Hay ocasiones en las que es necesario volver al pasado para explicar el presente. En el caso de La familia de la tele, oficialmente ya cancelada por RTVE tras no haber funcionado en las tardes de La 1, regresar al pasado es fundamental para entender lo que ha ocurrido. Para volver a ese pasado hay que remontarse a meses antes de la cancelación Sálvame, a lo que ocurrió, a quien vaticinó antes que nadie lo que ahora ha sucedido en la televisión pública, a una historia que pocos han contado, pero que ahora resulta necesaria para aprehender. Sálvame fue la primera muerte, Ni que fuéramos, la segunda, La familia de la tele, la tercera, y todas ellas parten de un mismo origen.. Seguir leyendo
La familia de la tele ya ha dicho adiós a RTVE. Aunque el final no pilló en directo al equipo, como sí ocurriera con Sálvame, la historia se ha vuelto a repetir. En la televisión pública creyeron que funcionarían. Sin embargo, la historia de lo que ocurrió con Sálvame vaticinaba lo que finalmente ha ocurrido
Hay ocasiones en las que es necesario volver al pasado para explicar el presente. En el caso de La familia de la tele, oficialmente ya cancelada por RTVE tras no haber funcionado en las tardes de La 1, regresar al pasado es fundamental para entender lo que ha ocurrido. Para volver a ese pasado hay que remontarse a meses antes de la cancelación Sálvame, a lo que ocurrió, a quien vaticinó antes que nadie lo que ahora ha sucedido en la televisión pública, a una historia que pocos han contado, pero que ahora resulta necesaria para aprehender. Sálvame fue la primera muerte, Ni que fuéramos, la segunda, La familia de la tele, la tercera, y todas ellas parten de un mismo origen.. La familia de la tele llegó a La 1 con un claro objetivo imposible de cumplir: alejar de ella el universo Sálvame. Primero, porque era la pública; segundo, porque había que dejar claro que ya no había réncor y que ahora estaban a otra cosa. Sin embargo, querer alejarse de Sálvame cuando todo, a expeción de Aitor Albizua e Inés Hernand, era Sálvame era una contradicción que al final explica en parte el fracaso del magacín.. Mucho se escribió sobre el final de Sálvame, sobre los motivos, sobre la cruzada del consejero delegado que sustituyó a Paolo Vasile, Alessandro Salem, sobre el que fue nombrado presidente de Mediaset, Borja Prado, sobre la filtración a EL MUNDO, sobre el qué, el cómo y el cuándo.. Durante mucho tiempo la versión oficial de Mediaset se limitaba a un «se ha cancelado por cuestiones de audiencia y de formato». Durante mucho tiempo la versión que colaboradores, presentadores y el resto de la ya extinta La fábrica de la tele, productora de Sálvame y ahora La Osa, productora de La familia de la tele, fue que les echaron por la puerta de atrás y que no había motivos para las maneras en las que se hizo. Ni siquiera para ellos había motivos.. El rencor, propio y razonable cuando un divorcio no acaba amistosamente, duró demasiado tiempo. Hubo demasiados cruces de acusaciones, demasiadas pataletas, demasiadas rabietas, demasiado odio y demasiada pena. De hecho, es difícil saber si se ha logrado superar esa fase del duelo después del estallido del pasado sábado de Belén Esteban en el concierto de Lola Índigo contra Mediaset después de que un equipo de Socialité -programa de Telecinco- bajase al cámar al llegar ella a la lafombra roja. El problema es que lo sucedido con La familia de la tele, sus malos datos de audiencia desde el principio, el rechazo de los espectadores al formato, las quejas de dentro y de fuera, las críticas, etc. ha sido como un revival de lo que ocurrió con Sálvame.. Uno de los últimos programas de Sálvame.MEDIASET. EL MUNDO, medio que dio la exclusiva del final de Sálvame, conoce esa historia. Una historia que fue más allá de datos de audiencia, una historia de cambio de formato, de cambio de modelo, de crisis reputacional. Aunque muchas veces se dijo que Alessandro Salem vino con la orden desde Italia de que había que acabar con Sálvame, la realidad es que la única orden que trajo Salem de Italia fue salvar Telecinco, inmersa en una crisis de audiencias que no comenzó con Sálvame sino con la perdida de Pasapalabra y de El Hormiguero. Sálvame, se podría decir, fue la gota que colmó el vaso.. El cancelar Sálvame fue una decisión que tomó él mismo sin que nadie le dijera nada ni en positivo ni en negativo, sin que ningún directivo se lo impusiera. La decisión de cancelar Sálvame llegó después de horas y horas, días y días de visionado. La primera temporada entera de Sálvame, la segunda, la tercera, cinco capítulos de la cuarta, seis de la quinta… Y así hasta tomar una decisión: esto se tenía que acabar.. Las audiencias no acompañaban, Salem no quería ese tipo de corazón y menos en una reestructuración como la que tenía que llevar a cabo. Quienes cuentan la historia, muchos de ellos ya fuera de Mediaset, coinciden en lo mismo: «Él tuvo muy claro que Sálvame era una formato caducado, que la audiencia estaba cambiando de tendencia y que el espectador se había cansado de un modelo y de unos personajes».. Resulta curioso que hace sólo unos días, CCOO RTVE enviase un comunicado donde se decía lo mismo: «Buscando una perspectiva optimista, se podría interpretar que la sociedad española está comenzando a cambiar su «fascinación» con ciertos personajes televisivos ya «quemados y caducos», que vivieron su momento de gloria, pero que hoy representan una etapa ya superada por la audiencia, más aún cuando detrás de los personajes no había programa».. Salem lo tuvo siempre claro y a su llegada, pese a no ser un hombre mediático ni gustarle ser protagonista de nada, no ocultaba cuál era su objetivo para Mediaset. «El modelo no funciona y hay que cambiarlo», dijo a este medio durante un café poco después de su llegada.. El equipo de las primeras temporadas de Sálvame.MEDIASET. Y, casualidad o no, ha sido una de las explicaciones que ha dado Inés Hernand, presentadora de La familia de la tele, al punto final programa: «Entiendo que es una realidad que estamos ante un nuevo ciclo de temáticas de interés, de personajes, de circunstancias. Creo que los que nos dedicamos al entretenimiento tenemos también la responsabilidad de saber leer la sala y de preferir un contenido que guste. Así que, de nuevo, disculpas por no haber sabido dar con esa fórmula. Ojalá haya próximas veces y estoy de corazón muy agradecida siempre por vuestra complicidad», concluye».. El cambio de Mediaset pasaba por empezar cambiando Sálvame, por cambiar las tardes, por buscar una sustituta que pudiera al menos no hundir más lo que ya estaba hundido, pues toda la cadena estaba naufragando. Todo lo que se contó -la propia Ana Rosa Quintana lo confirmó en su momento- fue tal cual. Alessandro Salem le pidió a Ana Rosa hacerse cargo de las tardes con la promesa de volver a las mañanas, su lugar natural. Pasó por intentar dar una nueva oportunidad a La fábrica de la tele, la productora de la que Mediaset era su accionista mayoritario y que nunca estuvo en los planes acabar con ella, hasta que la situación llegó a un punto de no retorno.. Cuando se canceló Sálvame, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, sus productores, y Alessandro Salem buscaron un nuevo proyecto. Llegó Cuentos Chinos. Diez días duró en antena, pues en nada se parecía lo que se planteó con lo que fue después el resultado. De nuevo, un modelo, que según fuentes que en aquel momento estaban en Mediaset, era el que no se quería. Llegó el divorcio. Madrid, Cornejo y Mediaset hicieron borrón y cuenta nueva, pero mientras a unos les quedaban volver a reiventarse tras haber sido la niña de los ojos de Mediaset, al grupo y a su principal cadena les quedaba salvarse. Siguen en ello, pico y pala, día a día, brote verde a brote verde.. Según aseguran las mismas fuentes, el objetivo, teniendo en cuenta que Paolo Vasile había dejado escapar dos motores necesarios en cualquier cadena, Pasapalabra y El Hormiguero, era reconstruir sobre unos cimientos que, aunque fuertes, estaban muy dañados.. Primero, había que salvar a Jorge Javier Vázquez. Mediaset tenía claro que el presentador era uno de esos pilares, pero los 14 años de Sálvame eran una losa demasiado pesada. Nunca se planteó la idea de dejar de contar con él. De hecho, según se produjo el fin de Sálvame, a Jorge Javier Vázquez se le dijo «contamos conmigo, descansa y vuelves con Supervivientes». Volvió con Supervivientes y con El diario de Jorge, un proyecto que fue un empeño de Salem y que ha sido una de sus grandes alegrías desde su llegada. Sirvió para marcar el camino y para que Jorge Javier Vázquez recuperase su sitio y la imagen de gran comunicador.. Sucedió lo mismo con ¡De Viernes!, el programa de corazón que también fue idea de Salem, porque el consejero delegado nunca renegó del corazón, como tampoco de los realities, sino que su objetivo era un corazón que no manchase, que no llenase los medios de titulares que incrementansen aún más la crisis reputacional que vivía la cadena.. Dos años después de aquel abrupto, polémico y tan comentado final de Sálvame, lo que Alessandro Salem vio se ha confirmado: el modelo de La familia de la tele ya no encaja con el espectador, ya no funciona, ya no gusta. Los datos de las audiencias que ha registrado el programa lo confirman: según comenzaba el magacín, el espectador de La 1 cambiaba de canal. El problema no ha sido solo que la televisión pública no ha sido su lugar, como declaró Ana Rosa Quintana hace unos días, sino que no era el formato, porque el formato hizo historia, pero el público acabó su historia.
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