La escritora chilena debuta con ‘Las cabras’, una gran novela que destaca por su reflexión íntima sobre la emigración y sobre la desconexión creciente y dolorosa con aquellos que nos quieren Leer
La escritora chilena debuta con ‘Las cabras’, una gran novela que destaca por su reflexión íntima sobre la emigración y sobre la desconexión creciente y dolorosa con aquellos que nos quieren Leer
Aunque hacia el final de Las cabras pueda parecer (y sólo parecer) que Pilar Asuero (Santiago de Chile, 1997) anda, como su protagonista, dando vueltas, sin un objetivo muy claro, a la espera de una gran idea, un golpe de suerte o una epifanía feliz (que efectivamente se produce, preciosa, al llegar a una librería), esta ópera prima es claramente el resultado de muchos años de lecturas, de intentos, de trabajo y sobre todo de acumulación de vida, de experiencia, de acontecimientos privados que ella sabe filtrar con gracia, con buena escritura y con una alegría literaria profunda.. Altamarea. 208 páginas. 20,90 €. Puedes comprarlo aquí.. No hace falta conocer personalmente a Asuero para entender o al menos intuir que aquí se ha descargado una enorme impedimenta autobiográfica, y es esa reflexión, tan íntima, sobre la emigración, o la distancia con los que te quieren, o la desconexión creciente y dolorosa con el grupo de amigas que siempre estuvieron tan juntas (el título se refiere a ellas)…, donde está el principal valor de la novela, y las mejores reflexiones, lanzadas con una inmensa verdad y con un gran talento, expresando un suceso deseado (sobre todo para ella) pero desgarrador (sobre todo para quienes la ven marcharse) de un modo tan nítido o preciso que nos lo hace vivir a quienes no lo hemos vivido.. Aparte, tanto en las páginas madrileñas como en los retrocesos a los años en Santiago, hay crónicas de los primeros amores, de la adicción a la literatura, de la poco eficaz educación religiosa, de las ingenuas ganas de entrar en ese mundo de las letras y del machismo con el que se encuentra, encarnado en un editor capaz de reprochar a una chilena el uso de chilenismos.. Y hay un nuevo Madrid en este libro («para hacer tuya una ciudad era necesario enamorarse de ella») y un gran homenaje a la amistad, centrado en esas cuatro amigas inseparables pero de repente separadas que empiezan a enfrentarse a las cosas de la vida adulta: no sólo a la mudanza de continente por parte de la narradora sino al embarazo de otra de ellas, la Sofi, un hito personal que enmarca un libro en el que llegan a reproducirse chats que las incluyen a todas o, en páginas de más mérito, a ceder el punto de vista a monólogos interiores de otros personajes (especialmente conmovedor el de la madre, tal vez la protagonista «tapada» de este gran debut).
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