Antes de comenzar a leer abre cualquier plataforma musical y busca Sexo, violencia y llantas, de Rosalía. Antes de comenzar a leer, escúchala y cuando la hayas escuchado ponla otra vez y comienza a leer. «En el primero / Sexo, violencia y llantas / Deportes de sangre / Monedas en gargantas…». Se podría decir que es como una experiencia inmersiva en lo vivido y visto anoche en La isla de las tentaciones, en, probablemente, la hoguera más bizarra y bestial que se ha vivido en la historia del programa: tablets lanzadas al fuego, huidas desesperadas que acaban en casas ajenas, lanzamiento de zapatos, «desgracias humanas» y un revival de Lo que el viento se llevó, pero a la orilla de un mar embravecido, mientras se oyen gritos de «¡ratón! ¡ratón! ¡ratón!». Y esto es solo un breve resumen de lo que ocurrió anoche en La isla de las tentaciones. Si no tienes el corazón para demasiadas emociones apaga Spotify y deja de leer.. Seguir leyendo
La isla de las tentaciones avisó en su avance semanal: las chicas se iban a enfrentar a la hoguera más dura hasta el momento. No mentían. Lo que no se esperaba es que de nuevo Rosalía se convirtiera en la protagonista inesperada
Antes de comenzar a leer abre cualquier plataforma musical y busca Sexo, violencia y llantas, de Rosalía. Antes de comenzar a leer, escúchala y cuando la hayas escuchado ponla otra vez y comienza a leer. «En el primero / Sexo, violencia y llantas / Deportes de sangre / Monedas en gargantas…». Se podría decir que es como una experiencia inmersiva en lo vivido y visto anoche en La isla de las tentaciones, en, probablemente, la hoguera más bizarra y bestial que se ha vivido en la historia del programa: tablets lanzadas al fuego, huidas desesperadas que acaban en casas ajenas, lanzamiento de zapatos, «desgracias humanas» y un revival de Lo que el viento se llevó, pero a la orilla de un mar embravecido, mientras se oyen gritos de «¡ratón! ¡ratón! ¡ratón!». Y esto es solo un breve resumen de lo que ocurrió anoche en La isla de las tentaciones. Si no tienes el corazón para demasiadas emociones apaga Spotify y deja de leer.. Lo que ocurrió anoche en La isla de las tentaciones fue tan bizarro en todos los sentidos que es difícil de creer, pero ocurrió, lo vimos, lo emitieron, lo montaron y La isla de las tentaciones volvió a hacer cine. Almudena revienta la tablet contra la hoguera tras ver imágenes de Darío, sale corriendo, termina tirada en la arena gritando «¡hijo de la gran puta!», de repente, empieza a sonar Sexo, violencia y llantas, de Rosalía. La música baja en cada grito de Almudena, sube en cada sollozo… Ya lo hicieron la primera vez que Almudena vio imágenes algo subiditas de tono del que ha sido su novio durante 11 años. En aquella ocasión fue La perla y en aquella ocasión los truenos, relámpagos y la lluvia acompañaban al cinematográfico momento. Esta vez, no hubo truenos y relámpagos; no hacían falta; con Rosalía, Almudena, Claudia y Sandra era más que suficiente. Si se planeara algo así no saldría tan perfecto.. «Quién pudiera / Vivir entre los dos / Primero amaré el mundo / Y luego amaré a Dios…». Primer acto. Comienza la hoguera. Helena se queda sin ver imágenes de Rodri por decisión del programa para que no afectase a su «experiencia». Le toca a Claudia; ella, que se lió primero con Gerard y cuando este le dijo «hasta luego, cocodrilo» se fue con Aitor; ella, que no sabe ya dónde tiene la mano derecha y dónde la izquierda, fue ver a Gilbert y decidir que «lo mato, lo mato, lo mato, lo mato».. Repitió tan deprisa su promesa que parecía una metralleta. Y llegó el segundo vídeo. Esta vez Gilbert no tonteaba ni se besaba con Noelia —esto va a sonar fatal (es que es terrible), pero se la ha cedido al nuevo, a Enrique—; ahora está tanteando a la que fue su exnovio que, a la vez, es tentadora. Y a Claudia le dio un parraque. Salió, otra vez, corriendo en busca de la villa de los chicos, se perdió en la playa, acabó en la casa de no se sabe quién y ante el agotamiento se tiró al suelo, en la orilla, arrastrada por las olas mientras gritaba «¡ratón! ¡ratón! ¡ratón!».. ¿Crees que alguien fue a socorrerla? Nadie. Ahí se quedó tirada, golpeada por el oleaje, gritando, llorando, con las extensiones (nuevas, al fin) empapadas, mientras Sandra Barneda, que está hasta el mismísimo moño de que se salten las normas, continuaba impávida con el programa. Lo de Sandra Barneda es para ponerle un monumento. No sé cómo aguanta las lágrimas, cómo contiene el cabreo y cómo encapsula la carcajada. Anoche, las tres cosas le costaron sangre, sudor y lágrimas. Y mientras Claudia seguía en la playa tirada, gritando desesperada, La isla de las tentaciones siguió.. Le llegó el turno a Sandra. A Sandra no le hace falta salir corriendo ni reventar tablets, Sandra tiene suficiente con la maravillosa retahíla de insultos que le salen por la boca cuando ve a Juanpi acostándose con su tentadora y descubriendo una vez más que antes de entrar en La isla de las tentaciones le puso los cuernos: «¡Desgracia humana con patas! ¡Gilipollas! ¡Asqueroso! ¡Asqueroso de mierda!».. Es difícil poner en contexto esta edición de La isla de las tentaciones. Sí, Juanpi le ha sido infiel a Sandra, ha sido tan lerdo que, además, ha desvelado en una casa llena de cámaras y micros que en su más de un año de relación le ha puesto varias veces los cuernos a Sandra, ha llegado a decir que la madre de Sandra le pone. Sandra, por contra, también se ha liado con Andrea, pero, cierto, que las únicas veces que ha faltado al respeto a Juanpi con insultos ha sido durante las hogueras. Volvemos a la historia de siempre: uno le pone los cuernos al otro; el otro se los pone al uno, pero, como dijo Mateo 7:3-5 y Lucas 6:41, ves la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el tuyo.. Almudena se rompe por completo en La isla de las tentaciones.MEDIASET. Y llegó el momento de Almudena. ¡Madre del amor hermoso! Solo pensar en lo que ocurrió se me ponen los pelos como escarpias. «Saca lo peor de mí, porque yo no soy así». Quédate con esto para entender la reacción de Almudena anoche. Quédate con que Almudena fue con Darío a La isla de las tentaciones para demostrar a España que el amor verdadero sí existe (11 años de relación). Quédate con que ninguno de los dos ha conocido a otro hombre o a otra mujer en su vida que no sea el uno y el otro. Quédate con eso porque la reacción de Almudena anoche solo se puede explicar sumando todo esto.. Almudena vio el beso entre Darío y Cristina y estalló por completo. Cada hoguera de Almudena es como una noche de sábado en la sala de Urgencias de cualquier hospital. El beso fue lo de menos. Almudena se rompió por completo cuando escuchó a Darío decirle al resto de chicos esto: «Voy a llegar allí y voy a ser el puto amo. Yo hubiera sido en la calle, así sin cámaras y me la habría follado ya. Seguro. Tengo ganas de ser libre, coger de aquí y estar soltero. Y coger un sábado, tirar para Canarias. Cojo y me la follo. Y aquí otra y en mi casa otra…». Si es que no hay nada como juntar en una misma habitación demasiada testosterona.. Tras quedarse unos segundos en shock, Almudena se levantaba, cogía la tablet y con todas sus fuerzas la tiraba contra el fuego de la hoguera, marchándose destrozada a no se sabe muy bien dónde. «¿¡Por qué!? ¡No me lo merezco! ¡Me has perdido! ¿Qué mierda has hecho en estos 11 años? ¡No me puedes romper más el corazón!», gritaba Almudena. Y… empezó a sonar Rosalía. «Quién pudiera / Venir de esta tierra / Entrar en el cielo / Y volver a la tierra / Que entre la tierra / La tierra y el cielo / Nunca hubiera suelo…».. Almudena regresaba a la hoguera avergonzada por su actitud, mientras Sandra Barneda intentaba contenerse para no mandar a todos a freír espárragos. «Nos has puesto a todos en peligro. Lanzar la tablet al fuego es peligrosísimo», subrayó la presentadora de La isla de las tentaciones, que le ha preguntado a Almudena qué le había dolido tanto. Almudena, que de tranquila tenía poco, le explicaba que esas palabras le habían roto: «Mi cabeza ha explotado. No puedo explicar el sentimiento».. Pese a todo, quedaban todavía más imágenes. Llegaba el gran beso, el que de lengua, el de te agarro el culo y te lo arranco, el de «de aquí nos vamos para la cama». «Mi padre me lo dijo. ¡No has parado! ¡Me tiene loca! ¡Saca lo peor de mí, no puede pisotearme más!», chillaba Almudena.. «Trabaja con mi padre. A ver con qué cara le mira ahora. ¡Mi padre me lo dijo!», explicaba Almudena, que le pedía a Sandra Barneda consejo al no saber qué hacer. «Aguantar», le decía Sandra Barneda. ¿Qué otra cosa le puede decir? Pues que el amor no es siempre como uno piensa: «El amor es mucho más grande y mucho más complejo. Tiene muchas aristas y aquí las estáis viendo. Aquello que creéis amor puede no serlo y lo que creéis que sí, puede serlo».
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