La decisión de la editorial se produce después de que la Fiscalía de Barcelona pidiera al juzgado que reclamase un ejemplar para analizar su contenido y decidir si interpone una demanda por vulneración al derecho al honor Leer
La decisión de la editorial se produce después de que la Fiscalía de Barcelona pidiera al juzgado que reclamase un ejemplar para analizar su contenido y decidir si interpone una demanda por vulneración al derecho al honor Leer
Anagrama ha confirmado que cumplirá con los requerimientos judiciales en cuanto a la posible petición de una copia del libro «El Odio», después de que la Fiscalía de Barcelona pidiera al juzgado que reclamase a la editorial un ejemplar para analizar su contenido y decidir si interpone una demanda por vulneración al derecho al honor.. El ministerio público ha decidido hacer la reclamación después de que la Audiencia confirmase la resolución judicial que permite a la editorial barcelonesa publicar el libro «El odio», que recoge el testimonio de José Bretón, condenado por el asesinato de sus dos hijos, menores de edad, en Córdoba en 2011. Sin embargo, pese a esta nueva resolución, Anagrama decidió mantener la suspensión indefinida de la distribución del libro.. Así, la Fiscalía presentó una demanda civil de diligencias preliminares para que la justicia requiera a Anagrama que les entregue el libro «El Odio», con el objetivo de poder «analizar y estudiar» su contenido. De hecho, en el proceso que impulsó sin éxito para que la justicia suspendiera cautelarmente la venta, ya sostenía que la editorial no les había entregado ninguna copia del libro, motivo por el que no habían podido interponer una demanda por vulneración del honor.. La Audiencia de Barcelona remarcó en su resolución que la legislación civil no contiene mecanismos para atender la petición de la Fiscalía de suspender cautelarmente la distribución del libro, ya que previamente no se había presentado una demanda por «intromisión ilegítima» en el honor y la intimidad de los hijos asesinados.. Además, en este sentido, destacó que la propia suspensión cautelar solicitada no estaba relacionada con una «intromisión ilegítima constatada y ya producida», sino que, en este caso, era consideraba como «más que probable».
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