El miércoles, David Broncano y Jorge Ponce pedían un invitado que pudiera hablar del Papa, un sacerdote, cardenal o quien fuera, pues aseguraban que no tenían invitado en La Revuelta para el día siguiente. El jueves -el día siguiente- no fue ni un cardenal ni ningún poder divino, fue un poder televisivo, el que manejan Belén Esteban y María Patiño como Goku manejaba la onda vital.. Seguir leyendo
Hace unos meses cuando María Patiño y Belén Esteban acudieron por primera vez a La Revuelta ambas le dijeron a David Broncano que cuando volvieran querían una entrevista como Dios manda. Pues anoche la tuvieron y lo volvieron a hacer, volvieron a demostrar que son dos monstruas televisivas a años luz de cualquier otro
El miércoles, David Broncano y Jorge Ponce pedían un invitado que pudiera hablar del Papa, un sacerdote, cardenal o quien fuera, pues aseguraban que no tenían invitado en La Revuelta para el día siguiente. El jueves -el día siguiente- no fue ni un cardenal ni ningún poder divino, fue un poder televisivo, el que manejan Belén Esteban y María Patiño como Goku manejaba la onda vital.. Si ya la primera vez que fueron, hace unos cuantos meses, y con sólo 10 minutos revolucionaron La Revuelta, anoche, con todo el programa para las dos, aquello fue la revolución de la revolución. Gusten más o gusten menos, guste su forma de hacer televisión o no guste, es innegable que Belén Esteban y María Patiño se comen el medio y se comen al que tengan delante, se llame David Broncano o se llame el Sursum Cordam. Lo que Belén Esteban y María Patiño hicieron anoche en televisión es el mayor show televisivo al que se puede aspirar. Y eso es lo que van a hacer a partir del lunes en La familia de la tele, el magacín de tarde de La 1, en el que María Patiño será presentadora, junto a Aitor Albizua e Inés Hernand, y Belén Esteban, una colaboradora especial, muy especial, tal vez, demasiado especial. No lo digo yo, lo dijo anoche María Patiño, que dejó caer queriendo o sin querer, que lo que va a cobrar Belén Esteban está a años luz de lo que van a cobrar los demás. Y se quedó tan pancha, y Belén Esteban como el ‘¿dónde vas? Manzanas traigo’.. Son esas cosas lo que las convierte precisamente en esos animales televisivos. La televisión, además de costumbre, es acción – reacción. Es decir, la televisión tiene que provocar un sentimiento, el que sea, bueno, malo, regular o medio pensionista. Ellas lo provocan. Lo llevan haciendo mucho tiempo, saben cómo hacerlo, pero lo mejor de todo es que les sale de forma natural. ¿Fuerzan los momentos? Por supuesto, esto es televisión, señores. ¿Fuerzan lo que viene después? No. Esa es la clave. Si María Patiño abre el melón de la menopausia, de los calores, de los sofocos y Belén Esteban la sigue, la acción la buscan, la reacción llega sola.. David Broncano ya sufrió en sus propias carnes lo que supone tener delante a estas dos valquirias televisivas. La primera vez que estuvieron, David Broncano perdió por completo el control de La Revuelta. Anoche, sucedió tres cuartos de lo mismo, pero multiplicado por 10. ¿Por qué? Porque ahora Belén Esteban y María Patiño son igual de estrellas, o más, en RTVE de lo era David Broncano hace unos meses. Por eso llegaron como dueñas y señoras de La Revuelta, de La 1, de RTVE y si se ponen hasta de la Zarzuela. La presencia de las dos en La Revuelta supone que David Broncano acaba alienándose, acaba desapareciendo, acaba difuminándose. ¿Qué invitado ha ido a La Revuelta y le ha montado un pollo a David Broncano de padre y muy señor mío? ¿Qué invitado a ido a La Revuelta y ha tomado el control del programa? ¿Qué invitado ha hecho que David Broncano perdiera el poder de la palabra? Ellas, y nada más que ellas.. Sí, Belén Esteban -como ya sucediera la otra vez- está enfadada con David Broncano. Esta enfadada porque mientras ella ha ido a La Revuelta siempre que se lo han pedido o ha querido, David Broncano no se mueve del Teatro Gran Vía de Madrid. Así que anoche, Belén Esteban siendo más Belén Esteban que nunca se lo dijo alto y claro: «Estoy muy enfadada contigo. Este es mi momento. Quiero que lo vea toda España. Yo he venido aquí siete veces encantada porque me lo paso de puta madre, pero ahora que estoy en Televisión Española como tú y quiero que este señor un día venga a La familia de la tele». Alto y claro, señoras y señores, alto y claro.. ¿Y qué respondió David Broncano? Pues que se peinase. Eso sí, con toda la simpatía del mundo, con toda la gracia del mundo, con todos los chistes del mundo, pero que se peinase. Belén Esteban no cejó en su empeño. Le insistió tanto que David Broncano se sintió acorralado o hizo que lo pareciese. Ni por esas. Un no es no, y David Broncano anoche dijo que no.. Cambiaron de tercio, como el que cambia de calcetines. Sin medias tintas. Cambiaron al Miguel de Belén Esteban, al emocionado y emocionante discurso de Belén Esteban por la sanidad pública, al relato de cómo se conocieron ella y su Miguel y cómo el que hoy es su marido le salvó la vida. Y Belén Esteban lloró, lloró como una magdalena, porque «a veces es muy intensa, demasiado intensa», palabra de María Patiño. Y siguió la bronca a David Broncano.. No sé cuántas veces pudo decir anoche Belén Esteban que ella era católica, cristiana y «pecadora». Durante buena parte de la noche tanto David Broncano como Grison, especialmente Grison, dejaron atrás el respeto por la muerte del Papa Francisco para entrar en el chiste fácil. Que si son muchos días hasta que le entierran y «huele», que si el Papa Francisco también está en Los Ángeles como la hija de Belén Esteban… El caso es que Belén Esteban se puso el traje de aquellos a los que esas gracias no les hace ni pizca de gracia, y se lo advirtió, ¡vaya si se lo advirtió! Más que advertírselo hizo el trabajo que a lo mejor debería hacer Agustín, el ‘vigilante’ de RTVE de La Revuelta, decirle que esas bromas, no, que eso no gusta, que al que es cristiano no le hace ni pizca de gracia. Anda que… que tenga que venir La Patrona a poner las cosas en su sitio…. Y de ahí a la Sanidad Pública otra vez, a pedir que enfocasen al Miguel, a decirle a María Patiño que no se riera, que le dejase hablar, que no molestase. Y de ahí a llorar, a emocionarse de nuevo y a recordar lo «caliente» que es. Lo que es, es que Belén Esteban es impagable. Sí, lloró de nuevo, lloró muchas veces, lloró al recordar a las tres personas más importantes de su vida, a su hija, a su madre y a su Miguel. Y rió, rió otra vez, lo hizo mucho también anoche. Y dieron show, mucho show, tanto show que además de presionar a David Broncano para que fuera a su programa, de su mano y de la de María Patiño llegó la confirmación oficial de que este verano vuelve El Grand Prix. Lanzaron peluches de vaquillas, repartieron cromos de La familia de la tele y mandaron mensajes, muchos mensajes, a todo y a todos, a Mediaset, a Jorge Javier Vázquez y a Sonsoles Ónega también.. «A mí me pone mogollón, y lo digo con todo mi respeto y cariño, competir con Jorge Javier, mi amigo y compañero y con Sonsoles Ónega, me pone mogollón», dijo La Patrona cuando David Broncano les recordó lo «dolidas» que estaban con Mediaset la primera vez que fueron a La Revuelta.. «Competís contra Telecinco, después de 20 años en Telecinco ahora competís», les señaló David Broncano. A lo que María Patiño lanzó una advertencia muy clara: «Y la verdad que nosotros queremos ganar». «No, es que vamos a ganar», añadió Belén Esteban. Habrá que ver el lunes. Mejor dicho, habrá que ver después, pues esta claro que la semana que viene, La familia de la tele se va a comer toda la tarta de las audiencias de la tarde, pero ¿y después? Dios dirá. De momento, anoche, la visita de ambas a La Revuelta hizo un 10,3%, más de siete puntos menos que en su primera visita. No es por ellas, es por otra cosa, pero ojo con vender la piel del oso antes de cazarla.
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