Durante décadas, todos los jugadores de fútbol han vinculado sus voces a la narración de partidos históricos. Carlos Martínez ha estado involucrado en el fútbol durante toda su vida, comenzando su viaje en el periodismo. Lecturas adicionales
La periodista es responsable de cubrir los partidos de Movistar Plus+ y trabaja con el programa de larga data El día después, un programa de fútbol que ha sido parte de muchas generaciones.
Todos los futboleros tienen asociada su voz a la narración de partidos históricos desde hace décadas. Y es que Carlos Martínez lleva toda una vida relacionado con el fútbol desde sus inicios en el mundo del periodismo.
El madrileño comenzó como reportero inalámbrico para los partidos que se retransmitían en la Cadena SER y, de ahí, pasó a Canal +, donde fue el encargado de narrar el primer partido de la historia de la plataforma: «Fue un encuentro del Trofeo Colombino -torneo veraniego amistoso que organiza el Recreativo de Huelva- entre el Betis y el Athletic de Bilbao que ni se emitió. El equipo de retransmisiones era todo nuevo y Alfredo Relaño, que era el Director de Deportes, quiso hacer como una prueba y nos pidió que lo narráramos como si se fuese a emitir para ver si todo encajaba», recuerda.
«Alfredo quería ver cómo reaccionábamos si las cosas iban mal, si se cortaba la señal o que no nos llegaba el audio. Lo narré con Jorge Valdano de comentarista y con Juan Carlos Nieto abajo en el campo con el micrófono inalámbrico. No lo olvidaré porque fue el primer partido que hicimos en la historia de Canal + y el primero que yo narré», añade.
También compartió multitud de horas junto a Michael Robinson en las cabinas de narración de los estadios y en el programa El día después, que continúa en emisión 35 años después todos los lunes en Movistar Plus+ -con Noemí de Miguel como presentadora actual-, donde repasan de la forma más original todo lo sucedido en el fútbol español.
Entre partido y partido, Martínez ha echado la vista atrás hacia aquellos comienzos en el periodismo deportivo, recordando sus mejores momentos, pero también ha querido destacar su labor actual narrando los partidos en la plataforma y su trabajo en el veterano formato.
- ¿Qué supone para ti un programa como El día después?
- Es un formato de entretenimiento, y no solo de fútbol. Lo primero que pretende El día después es entretener con un material de trabajo como es el fútbol. Es el mascarón de proa de Movistar Plus+, de la voluntad para tratar el deporte de manera específica. El día después engancha a los espectadores porque es un programa de verdad y amable.
- ¿Qué sientes al estar en un formato con 35 años de historia?
- En ese tiempo, más de 20 años, he sido director de Deportes y consideraba que había compañeros que lo hacían mucho mejor que yo como para estar en El día después. Cuando dejé la dirección me ofrecieron la posibilidad de trabajar en él y como decirle que no… Si te gusta el fútbol y la televisión, es un lugar donde deseas estar. Es un programa donde nos lo pasamos muy bien, todos lo que lo hacemos disfrutamos mucho.
- ¿En qué ha evolucionado el programa a lo largo de las décadas?
- Algo que no ha cambiado desde el primer día en el que diseñamos el programa hasta ahora es que es de verdad, que tiene una mirada amable y que cuenta historias que no solamente están en el primer plano de la pelota y los jugadores. Luego vino la evolución tecnológica que se fue incorporando a la industria de la televisión.Lo que sí ha cambiado es que, en nuestro entorno, mucha gente intenta hacer pequeños ‘días después’, especialmente en las secciones de deportes de informativos que pretenden tener nuestra óptica para contar las historias del fútbol. Pero no es un problema, es un orgullo. Hemos creado una escuela que funciona, pero nuestra mirada es particular.
«Ahora tengo más años, más prudencia y algo más de vocabulario, pero la mirada y las ganas son las mismas»
- El programa ha cambiado: ¿Y tú?
- (Risas) Tengo más años, más prudencia y algo más de vocabulario, pero la mirada y las ganas son las mismas.
- ¿Hay algún partido que hayas narrado que recuerde especialmente?
- Hay dos que tienen que ver con Michael Robinson al lado. Uno fue la final de la Champions entre el Milan y el Liverpool de la temporada 2004/2005 donde el conjunto inglés remontó un 0-3 y Michael lo vivió como un niño de 8 años. Y el último que hice con él, que fue en Anfield con una victoria del Atlético de Madrid muy sorprendente ante el Liverpool.
- ¿Cuánto le echas de menos?
- Todos los días, no solo era un compañero de trabajo de casi 30 años, era un amigo muy íntimo. Con esta vida que llevamos, hemos pasado más tiempo juntos que con nuestras familias.
- ¿De pequeño siempre soñaste con ser periodista?
- Ser narrador no estaba entre mis opciones, pero sí periodista. La otra opción era ser biólogo marino, pero parece que no me ha ido mal en mi trayectoria, en la que he disfrutado mucho.
- ¿Qué tiene que tener un buen narrador de partidos de fútbol?
- El primer consejo que doy siempre a los que quieren ser narradores es que lean mucho para tener el máximo de vocabulario posible. La magia de mi oficio tiene que ver con encontrar la manera de describir lo más rápidamente posible y lo más ajustadamente posible acciones que no sabes que van a pasar, por lo tanto tienes que tener la cabeza súper despierta para ser capaz de describir aquello que va a ocurrir delante de tus ojos. Si no tienes un armario lleno de palabras, de expresiones y de maneras de contar las cosas al que puedas acudir de una forma ágil y rápida, probablemente termines yendo muy detrás del juego, y eso es lo peor que le puede pasar a un narrador, ir muy por detrás del juego. También ver a la mayor cantidad de narradores diversos que uno pueda para construir, poquito a poco y con el tiempo, un estilo propio.
«Lo único que guardo de toda mi carrera como narrador y como hombre de fútbol en la televisión es la camisa blanca con la que narré la final del Mundial de Sudáfrica de 2010»
- Después de tantos años en el mundo del fútbol, ¿tienes algún recuerdo mítico u objeto que guardes con especial cariño?
- Soy muy poco mitómano. Es más, Julio Maldonado, Maldini, y yo nos damos cabezazos contra la pared porque comentamos el Mundial de Alemania de 2006 entero junto a Diego Armando Maradona y, después de un mes comiendo, cenando, viajando y comentando partidos con él, sólo tengo la entrada de la final firmada por el argentino, ni una foto ni una camiseta firmada, un desastre…Soy muy malo para esas cosas. No colecciono absolutamente nada de fútbol. Quizá con el paso del tiempo me voy a arrepentir, ya que lo único que guardo de toda mi carrera como narrador y como hombre de fútbol en la televisión es la camisa blanca con la que narré la final del Mundial de Sudáfrica de 2010 que está firmada por todos los jugadores de la selección española en el avión de vuelta. Esa camisa la tuve puesta exactamente 39 horas seguidas porque vinimos del aeropuerto y nos fuimos a hacer el programa de recepción en Madrid Río. Entonces, esa camisa tiene unas ronchas de sudor de tal calibre que no se pueden arreglar (risas), pero tampoco se puede lavar porque me cargaría las firmas, así que está metida en un cajón y es verdaderamente lo único que guardo de mi carrera.
- Después de narrar tantos partidos, ¿juegas bien al fútbol?
- De pequeño era bastante malo, pero incansable, muy rápido. Era extremo derecho y no se me daba mal. Jugué hasta que empecé a trabajar en la radio y ya no lo pude compatibilizar. Ahora no juego, tengo que practicar otros deportes porque el fútbol, a mi edad, es un deporte de mucho riesgo (risas).
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