El historiador de las ideas Jorge Vilches elabora en ‘Historia del liberalismo español’ un retrato ambicioso, riguroso y minucioso de nuestro convulso siglo XIX a través de los perfiles de más de 25 líderes que, finalmente, lograron hallar el consenso basado en la ética política Leer
El historiador de las ideas Jorge Vilches elabora en ‘Historia del liberalismo español’ un retrato ambicioso, riguroso y minucioso de nuestro convulso siglo XIX a través de los perfiles de más de 25 líderes que, finalmente, lograron hallar el consenso basado en la ética política Leer
Hay muy pocos historiadores de las ideas en España que conozcan como Jorge Vilches (Madrid, 1967) nuestro proceloso siglo XIX. Profesor titular de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad Complutense, Vilches lleva años dedicado al estudio del liberalismo español, con títulos como Progreso y Libertad. El Partido Progresista en la revolución liberal española; Emilio Castelar, la patria y la república; Isabel II. Imágenes de una reina, o Liberales de 1808, entre otros.. Sekotia. 448 páginas. 25 € Ebook: 6,99 €Puedes comprarlo aquí.. El año pasado, su ensayo histórico La Primera República Española (1873-1874), publicado por Espasa, consiguió agotar hasta cuatro ediciones y ha quedado como texto de referencia de la primera tentativa republicana de la España contemporánea, un periodo poco conocido y envuelto en un halo de romanticismo utópico por cierta historiografía que pretende ocultar que «la Federal quedó en la cultura popular como un tiempo de caos», ha escrito Vilches.. «Podemos hacer relatos sobre el supuesto proyecto de modernización de país que prometía ser la República», concluye, «pero lo cierto y demostrable es que no construyeron un régimen inteligente y capaz de sostener ese proyecto. La República no cayó por la crisis económica, las tres guerras civiles y la animosidad de las potencias». Si no se consolidó fue, ante todo, «por la incapacidad de la élite política de ponerse de acuerdo en un programa de gobierno común, por haber mantenido el derecho de insurrección «como un instrumento político al uso» y por «predicar la República con las formas de las utopías políticas y sociales del siglo XIX».. Pero también, y esta es una línea de continuidad de aquel texto con este que ahora presenta, Historia del liberalismo español. Liberales y conservadores del siglo XIX (Sekotia), porque «la monarquía era un punto de referencia común para la mayoría de los dirigentes políticos», según explica en la Introducción. Además, «los españoles corrientes eran monárquicos, aunque no necesariamente borbónicos. Ya señaló Valentín de Foronda (1751-1821) que los Borbones tenían la Corona porque así lo había decidido la nación en un pacto, no porque fuera de su propiedad». La Constitución de 1812 dejaba claro en su artículo segundo que la nación española es libre y «no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona».. La nueva obra de Vilches es única en su género y quedará como consulta ineludible (por su minuciosidad, rigor y ambición de totalidad) para todo aquel que quiera acercarse a nuestro siglo XIX. Dividida en dos grandes bloques, uno dedicado a los líderes del pensamiento conservador y otro para quienes defendían el ideal progresista, por sus páginas pasan todos los políticos relevantes que protagonizaron el siglo liberal, con un total de 25 esclarecedores perfiles biográficos, que incluyen breves antologías de su pensamiento.. Todo ello, atendiendo a las tres etapas superadas hasta conseguir un régimen liberal estable y democrático. Una primera dominada por el doceañismo, que abarcaría los años entre la invasión napoleónica en 1808 y la promulgación del Estatuto Real en 1834, en plena guerra carlista por la sucesión de Fernando VII, «planteado como un texto para la transición del Antiguo Régimen al Estado liberal». Una segunda etapa, que se prolongaría desde esa fecha hasta el fin de la Primera República, donde se sucedieron regencias, sexenios revolucionarios y varias constituciones.. Las dos partes, en fin, confluyen en la Restauración, «la mejor fórmula práctica que se dieron los españoles en el siglo», de la mano de los dos personajes que mejor asumieron sus enseñanzas, Cánovas y Sagasta. «Ambos entendieron, y así lo expresaron, que el pilar fundamental de un gobierno representativo es el comportamiento de la élite política». Una conclusión válida para hoy, un tiempo de polarización, donde parte de la clase política parece empeñada en disolver la nación.
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