Existe una expectativa que parece asociarse a cualquier persona famosa, que es la de actuar como un modelo a seguir y ofrecer un buen ejemplo. Esto, que nunca debería ser mandatorio ni exigirse, es algo que muchas personas famosas han aceptado casi sin dudar. Se les solicita que asuman su identidad (afortunadamente, cada vez hay menos ocultamiento), que sirvan de modelo para los jóvenes, que expongan sus experiencias para poder apoyar a otros, que legitimen los cuerpos comunes, se les exige… La realidad es que, aunque no hay evidencia científica al respecto, es un hecho que la identificación de un espectador con la historia de un personaje reconocido suele ser beneficiosa. Se trata de una forma de empatía que no se ha desarrollado o cultivado. Oyes a una persona que te parece familiar ya que la ves con frecuencia en la televisión, y sientes que no eres el único en el mundo que está atravesando una situación específica.
Tomar asiento en un set de televisión no es sencillo, pero cuando se trata de compartir una experiencia aterradora que conmueve a quienes la escuchan y duele a quien la cuenta, se vuelve aún más complicado. La valentía que mostró Sandra Golpe este lunes merece ser reconocida y celebrada. No todos están listos para compartir lo que ella compartió.
Existe una expectativa que parece asociarse a cualquier persona famosa, que es la de actuar como un modelo a seguir y ofrecer un buen ejemplo. Esto, que nunca debería ser mandatorio ni exigirse, es algo que muchas personas famosas han aceptado casi sin dudar. Se les solicita que asuman su identidad (afortunadamente, cada vez hay menos ocultamiento), que sirvan de modelo para los jóvenes, que expongan sus experiencias para poder apoyar a otros, que legitimen los cuerpos comunes, se les exige… La realidad es que, aunque no hay evidencia científica al respecto, es un hecho que la identificación de un espectador con la historia de un personaje reconocido suele ser beneficiosa. Se trata de una forma de empatía que no se ha desarrollado o cultivado. Escuchas a alguien que te parece familiar porque lo has visto frecuentemente en la televisión y sientes que no eres el único en el mundo atravesando una situación particular. No tienen la obligación de hacerlo, pero cuando lo hacen, al menos es justo aplaudirlo, especialmente en casos como el que compartió este lunes la periodista y presentadora de Noticias 1 de Antena 3, Sandra Golpe, en el programa Y ahora Sonsoles. A pesar de que la historia ya había sido noticia hace tiempo, oír a Sandra Golpe narrarla tiene un impacto distinto. Lo que Sandra Golpe hizo este lunes es admirable y conmovedor, pero también es extremadamente necesario. La presentadora habló sin tapujos sobre una agresión sexual que sufrió hace 20 años y de la que ha sido difícil recuperarse. «Me gustaría que hables sobre un periodo de tu vida que no es muy conocido, cuando te hiciste famoso debido a una situación de índole sexual negativa.»
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