El pasado lunes, el presidente de Estados Unidos, seguramente el hombre más poderoso del mundo, exigió al magnate Rupert Murdoch que se deshiciera de un encuestador de la cadena Fox con el que está muy descontento. Y ya puestos, decía, «debería empezar a hacer cambios en el Wall Street Journal, que tanto ama a China». «¡Es un asco!», remarcó Donald Trump. Un par de días después, Elon Musk, el hombre más rico del mundo y su asesor especial, arremetió una y otra vez contra el mismo periódico, diciendo que infringía «gravemente toda ética publicando un artículo deliberadamente falso» y que «desacreditaba al periodismo» pues «casi toda sus historias son mezquinas y engañosas», después de que el diario publicara una exclusiva informando de que la junta directiva de Tesla había explorado posibles candidatos para dirigir la empresa, dado que Musk pasaba más tiempo en la política que cuidando de sus negocios. Por eso no sorprende que cuando su directora, Emma Tucker, respondió una llamada desde Madrid informándole del premio que se le había concedido, reaccionara diciendo que había sido «la mejor noticia de la semana».. Seguir leyendo
La directora de ‘The Wall Street Journal’ ha sido galardonada con el Premio Internacional de Periodismo de EL MUNDO a ‘Mejor Labor Periodística’
El pasado lunes, el presidente de Estados Unidos, seguramente el hombre más poderoso del mundo, exigió al magnate Rupert Murdoch que se deshiciera de un encuestador de la cadena Fox con el que está muy descontento. Y ya puestos, decía, «debería empezar a hacer cambios en el Wall Street Journal, que tanto ama a China». «¡Es un asco!», remarcó Donald Trump. Un par de días después, Elon Musk, el hombre más rico del mundo y su asesor especial, arremetió una y otra vez contra el mismo periódico, diciendo que infringía «gravemente toda ética publicando un artículo deliberadamente falso» y que «desacreditaba al periodismo» pues «casi toda sus historias son mezquinas y engañosas», después de que el diario publicara una exclusiva informando de que la junta directiva de Tesla había explorado posibles candidatos para dirigir la empresa, dado que Musk pasaba más tiempo en la política que cuidando de sus negocios. Por eso no sorprende que cuando su directora, Emma Tucker, respondió una llamada desde Madrid informándole del premio que se le había concedido, reaccionara diciendo que había sido «la mejor noticia de la semana».. El jurado de los Premios Internacionales de Periodismo de EL MUNDO ha reconocido en la categoría de Mejor Labor Periodística no sólo la larga trayectoria de la periodista en algunos de los medios más importantes del mundo, sino el esfuerzo del Wall Street Journal que ahora dirige y que publica cada día «información equilibrada, pero incómoda», en un momento especialmente delicado. «Es un gran honor recibir este premio de El Mundo, cuyo periodismo admiro desde hace mucho tiempo. El intenso y frenético ciclo informativo de los últimos dos años ha puesto de manifiesto la necesidad fundamental de información imparcial y fiable. Este es el compromiso fundamental que impulsa al equipo de The Wall Street Journal, que trabaja con ahínco para ofrecer la comprensión necesaria para desenvolverse en nuestro complejo mundo», explica, muy contenta, desde su oficina en Nueva York.. Tucker creció en Lewes (Inglaterra), estudió Filosofía, Ciencia Política y Economía en Oxford y comenzó su carrera periodística como becaria en el Financial Times. Trabajó para el gigante económico como reportera en Londres y después como corresponsal extranjera en Bruselas y Berlín antes de asumir funciones de dirección en la redacción central en 2001, incluyendo el mando del suplemente del fin de semana. En 2007, se incorporó a News Corp, y ocupó diversos puestos de responsabilidad. Primero como editora asociada de reportajes y editora del T2, el galardonado suplemento diario del Times. Después como directora editorial, desde donde contribuyó a fortalecer la relación de trabajo entre los equipos editorial y comercial, antes de ser nombrada editora adjunta. En 2020, fue ascendida a directora de The Sunday Times, la primera mujer en dirigir el periódico en más de un siglo. Y dos años después dio un salto inmenso al otro lado del Atlántico.. The Wall Street Journal es un coloso con más de 1.200 periodistas y más de cuatro millones de suscriptores de pago, la amplia mayoría digitales. Su nombramiento, una vez más la primera mujer en toda su historia, en diciembre de 2022 fue una declaración de intenciones. A pesar de su fuerte bagaje económico, llevaba más de 15 años sin especializarse en las páginas salmón, y tampoco conocía de primera mano la realidad política y empresarial de EEUU. Pero lo que el diario buscaba era un nuevo liderazgo, un impulso para abrazar las nuevas realidades informativas y la competencia del siglo XXI. Y lo encontró.. El primer objetivo de Tucker, una europea con visión global todavía furiosa por el Brexit, consistió en intentar mejorar la redacción, «haciéndola más accesible y atractiva para los lectores, manteniendo al mismo tiempo nuestra reputación de precisión y equidad», según aseguró ante sus periodistas en una de sus primeras intervenciones. También llegar a un público más amplio, dado que cuando llegó la edad media de sus abonados rozaba los 60 años y eran en tres cuartas partes hombres. Modernizando los contenidos, eliminando corsés, refrescando especialmente el lenguaje de los artículos, demasiado denso y distante.. Pero su primer desafío de verdad llegó tanto sólo cinco semanas después de empezar, cuando las autoridades rusas detuvieron a Evan Gershkovich, corresponsal del Journal en Moscú, acusándolo de espionaje. Tucker dirigió la campaña que condujo, en agosto de 2024, a su liberación en un intercambio de presos entre el Gobierno estadounidense y el Kremlin.. En tiempos normales, lidiar con un secuestro oficioso de una potencia nuclear habría sido lo más anormal en sus responsabilidades. Pero poco después Trump volvió al poder, no sólo poniendo patas arriba el país, sino cargando constantemente contra los medios. Suelen preocuparle más las televisiones, pero no ha perdonado que el WSJ tildara su apuesta arancelaria como «la guerra comercial más estúpida de la historia» o haya informado sobre la reacción brutal de los mercados a sus decisiones económicas. «En una época en la que los hechos suelen ser cuestionados, la misión de ser una fuente fiable de verdad se siente más importante que nunca. Poder contribuir a este esfuerzo es un verdadero privilegio», asegura Tucker en una conversación con este diario.
Televisión