Cuarenta años como ‘pope’ de la radio musical dan para mucho. «No podía ni ir por la calle, se me tiraba la gente encima, pero nunca se me fue la pinza porque sólo soy un tío normal», recuerda Leer
Cuarenta años como ‘pope’ de la radio musical dan para mucho. «No podía ni ir por la calle, se me tiraba la gente encima, pero nunca se me fue la pinza porque sólo soy un tío normal», recuerda Leer
Fernando Martínez (Badalona, 1959) es Fernandisco y la presentación ya está hecha. Su popularidad en los 90, al frente de ‘Del 40 al 1’, fue tan grande como la de muchas de las estrellas de la música que pinchaba en la radio y la tele. Ahora, tras 20 años fuera, acaba de regresar a su casa en Los 40 Classic.. Lo que tú querías era ser Constantino Romero.. Sí, y luego se fue liando la cosa. Me di cuenta pronto de que nunca sería Constantino. No es una tristeza para mí porque él era pluscuamperfecto, un tío que me enseñó muchísimas cosas en Radio Barcelona como disc-jockey y como persona. Era un tipo perfecto en todo: cuando doblaba, cuando hacía radio, cuando hacía televisión, cuando cantaba y cuando hacía teatro. Lo tenía todo y es uno de esos grandes maestros a los que tú te quieres parecer y, aunque sabes que nunca vas a lograrlo, al menos lo intentas y mejoras. Si estuviera aquí, Constantino me diría: «Joder, tío, al final has logrado ser lo que querías de pequeño. Felicidades».. A tu manera, también te convertiste en un icono.. Si me lo dices tú, te lo agradezco, pero yo no he sido consciente durante gran parte de mi vida. Con el paso del tiempo, ese icono del que me hablas empiezo a sentirlo ahora porque hay gente que me para por la calle y me dice: «Tú me has hecho muy feliz». Eso me pasa muchas veces y te quedas un poco descolocado, te deja hecho puré. Te dices: «¿De verdad yo soy ese del que me está hablando?».. Hombre, es un hecho que en los 90 fuiste una celebridad.. No lo sé, no lo sé, Iñako. Todos tenemos un poquito el síndrome del impostor. ¿Tú no?. No.. [Risas] Bueno, pues yo sí. Mucha gente me dice: «Tío, es que has estado conmigo en una época de mi vida muy marcada, cuando yo era estudiante y salía y te escuchaba por la noche y te veía en Canal+». Es verdad que eso pasa y que esos años ‘Del 40 al 1’ era un suceso entre los jóvenes. De lo de Canal+ me siento especialmente orgulloso porque era una televisión de la hostia y los 12 años que estuve allí fueron una locura y no podía ir por la calle, se me tiraban encima, pero nunca se me fue la pinza porque soy un tipo capaz de asimilar todo eso con naturalidad y normalidad.. ¿Ser licenciado en Psicología te ayudó a gestionar esa fama?. La psicología me enseñó a saber cuáles son mis limitaciones y a aprender qué lugares no tenía que volver a pisar. Siempre he sabido esquivar muy bien los charcos personales y profesionales. En esos años podía haberme metido en muchos, las tentaciones de todo tipo eran constantes, pero tengo dos hijos y una mujer que son lo más importante en mi vida. Mi familia y mi trabajo conviven maravillosamente bien porque yo soy un tipo normal.. Te puedo comprar eso, pero eras un tipo normal en una situación excepcional.. Es cierto y cuesta convivir con eso. Estaba rodeado de estrellas del rock y supongo que hubiera sido fácil creerme una de ellas. En esa época del boom de los vídeos musicales, había momentos en que me decía a mí mismo: «No sólo está la MTV, también estoy yo». Pero en vez de que ese pensamiento me llevase a creerme importante, lo que hacía era pensar cómo ser mejor cada día. Fueron 12 años sin vacaciones, currando todos los días. Fue muy chulo, pero no tenía ni tiempo para pensar en hacer tonterías. Vivía para trabajar. Ahora he vuelto a casa, a Los 40 Classic, y disfruto porque muchas de las canciones que pongo las cree yo hace 30 años y se han convertido en clásicos. Como yo. Soy un clásico que pone clásicos [risas].. Vas a lo seguro.. Claro y eso es muy cómodo porque lo único que tengo que hacer es convertirme en un storyteller y contar las historias y las anécdotas de los artistas, que a la mayoría los conozco y los he entrevistado. Freddy Mercury, Bruce Springsteen, Phil Collins, Antonio Vega, Antonio Flores, Tino Casal… Todos forman parte de mi vida. Tino venía a verme trabajar a la radio y me traía café. Aparecía con el bastón de la empuñadura de plata y se quedaba conmigo en el estudio. Se me ponían los pelos de punta cuando lo veía porque Tino era todo: era el Jean-Paul Gaultier español, el David Bowie español, había producido discos de heavy… Yo decía: «Este tipo es perfecto». Cuando murió, lo pasé muy mal, fue un golpetazo muy fuerte.. ¿Por qué te fuiste de Los 40 en 2004? ¿Querías escapar de Fernandisco?. No, nunca he huido de mí mismo y nunca he estado quemado por el éxito. Me fui porque tuve una oferta (dirigir Europa FM) que me atraía, nada más. Fernandisco es amigo de Fernando, es mi marca y convive conmigo perfectamente porque no soy un tío nada complicado. No colecciono coches deportivos ni yates. Soy un tipo normal con una vida estándar y que tiene sus gustos como cualquiera. Me gustan el rock clásico, Edgar Allan Poe, Orson Welles y Clint Eastwood con la voz de Constantino Romero. Igual parezco aburrido, pero ser un tío normal es fundamental. Si te dejas devorar por el éxito, estás muerto. Duras una década y luego desapareces. Yo llevo 40 años en esto y no es casualidad.. ¿Y nunca tuviste tentaciones siendo una personalidad en el mundo del sexo, drogas y rock and roll?. Nada y se me debía notar en la cara. Cuando estás en una fiesta o en un concierto, la gente te cala y casi siempre nota que tú no tomas nada. Me ofrecieron drogas muy pocas veces y cuando pasó, lo rechacé. Yo creo que en el mundillo se detectó que Fernandisco no tomaba nada y ya me dejaban en paz. Es que ni siquiera he bebido nunca alcohol. Supongo que me veían con una botella de agua en la mano y pensaban que tomaría otras cosas [risas]. Por eso físicamente estoy bien a los 65 años, porque he visto muy de cerca lo que pueden hacer las drogas y el alcohol a los tipos más brillantes. He estado aquí con Kurt Cobain y le he visto tan mal, tan destrozado…. ¿Fue la entrevista más decepcionante de tu vida?. Sí, pero también entendí que él estaba sumido en una profunda tristeza que lo estaba matando lentamente y siempre he destacado de él que, pese a los monosílabos, era un guaperas, un tío con una imagen del copón y era consciente de que iba desatando pasiones por los pasillos. La gente lo miraba embobada, era fascinante. Le pasaba igual a Michael Hutchence, de INXS, y a muy poquitas personas más. Gente que fascinaba cuando andaba por un pasillo. En Kurt Cobain sentías que el final era inevitable, un tipo tan joven no puede estar tanto tiempo en el columpio de la muerte.. El locutor posa en la azotea de la Cadena SER, en Gran Vía.ANTONIO HEREDIA. Un caso parecido en España fue Antonio Vega, de quien fuiste amigo.. Antonio era un tipo que conocía todos sus fantasmas y marcaba muy bien los tiempos. Cuando estaba conmigo me decía:» Fer, tú pregunta lo que sea y, cuando ya no pueda más, me soplo el pelo y significa que ya no tengo fuerza para continuar». El código era ese. Todos sabíamos que estaba mal, pero en su presencia siempre te sentías ante el puto Antonio Vega, el puto jefe. Cuando la gente me pregunta cuál es mi top-3 de canciones españolas, me apasiona ‘Mediterráneo’ de Serrat y me gusta mucho ‘Un beso y una flor’ de Nino Bravo, pero la primera es ‘La chica de ayer’ de Nacha Pop. Hay algo ahí que dices: «Esto es mío, está en mi piel». El aura que tenía Antonio salía fuera de él. Todos sabíamos que se iba a ir, pero se iba quedar el aura, el perfume que deja su música. Les echo muchísimo de menos a él y a Antonio Flores.. Otro buen amigo tuyo.. Venía a traerme sus maquetas antes de ponérselas a su madre para ver si estaban a la altura de Lola. Tan lozano, tan guapo, con la melena negra y decías: «Hostia, con lo jodido que está, mira qué ilusión, qué pasión, qué fuerza de la naturaleza». Eso se lo detectas de inmediato a las estrellas de verdad. Recuerdo cuando Joaquín Luqui y yo descubrimos a Héroes del Silencio… se me ponen los pelos de punta. Veo a Bunbury y veo a un semidios, no al chaval que venía aquí con sus maquetas. Sé que ahora es controvertido por algunas cosas que dice, pero ¿qué artista no dice cosas muy raras? Elvis Presley es, para mí, la figura más grande de la música. No podía caminar por la calle y cuando tú no puedes hacer las cosas más básicas la mente tiene que jugarte malas pasadas. Muchos artistas famosos pagan un precio altísimo. La fama es muy jodida porque cómo lidias con algo que te acompaña siempre, hasta cuando no quieres que te acompañe.. ¿Te ha sucedido?. Jamás me ha molestado alguien. Hay gente pesada y hasta a la gente pesada tienes la obligatoriedad de tratarla bien porque son personas que te conocen porque pierden su tiempo contigo y con tu trabajo. Se lo debes.. ¿Llevaste mal cuando perdiste esa fama?. No. La psicología siempre me ha ayudado a afrontar cada momento con normalidad. Te das cuenta de que son montículos que vas subiendo y el Himalaya no se puede escalar todos los días. He dado unas vueltas y ahora vuelvo a mi casa, que es el sitio donde yo quería estar. Yo tengo que hacer feliz a la gente, no tengo ninguna obligatoriedad más que esa.. ¿Qué tal conectas musicalmente con tus hijos? ¿Spotify mató a la estrella de la radio?. A la radio musical se le ha dado por muerta muchas veces y no se muere nunca. En Spotify está todo pero, como la canción de Riccardo Cocciante, es una bella sin alma. No hay nada más que canciones y algoritmos, pero la gente quiere oírte en la radio, quiere estar en un coche y que le cuentes algo, necesita un conductor de historias. Yo soy ese tío.. Al rock también le llevan matando años y ahí sigue.. Soy hijo del rock y me llevan los demonios cuando escucho a chavales jóvenes que se ríen de los Beatles o de los Rolling. Comparo el ‘Yesterday’ o el ‘Strawberry fields forever’ con cualquier canción de las que oigo ahora y a mí sí me da la risa. Lo que pasa es que entiendo que esa música que yo no comprendo es la música del tiempo de mucha gente y ahí se acaba mi diálogo. Cuando mi madre escuchó ‘Devuélveme a mi chica’ de Hombre G , Me dijo «¿Cómo que ‘sufre, mamón’? ‘Esto es ridículo»’. Supongo que es lo que me pasa a mí ahora con el reguetón.. No te gusta nada… No, nada, pero ¿quién soy yo para hablar de la música del tiempo de mucha gente que tiene 20 años y no está en mi sintonía? A mí me espanta y lo único que me consuela es que, cuando pincho y pongo Queen o AC/DC… Son clásicos que ya forman parte de su memoria sentimental. De lo que me quejo es de que demasiadas letras de reguetón me parecen muy ofensivas y tengo la sensación de que no es necesario para esas canciones decir tantas chuminadas. La gente joven que las canta igual ni piensa en su significado, pero el cantante sí sabe que tienen connotación sexista y quiere demostrar que es más machito que nadie. La gente se lo traga todo con el reguetón y es una pena.
Música // elmundo