El primer libro del escritor leonés es buen debut, una novela «ejemplar» es el sentido clásico, un «caso» casi clínico que se hace literatura útil, de la que acompaña Leer
El primer libro del escritor leonés es buen debut, una novela «ejemplar» es el sentido clásico, un «caso» casi clínico que se hace literatura útil, de la que acompaña Leer
«Todo el mundo desea, una vez superados los treinta, que los días transcurran sin novedad, sin interrupciones innecesarias, sin que nada cambie», se afirma en una novela, que, tras una primera parte relativamente apacible, protagonizada por la vida buena, o al menos la tranquila, se desliza con buen ritmo y una prosa con más guiños que adornos hacia la inestabilidad total de la drogadicción.. Bala perdida. 384 páginas. 20 €. Puedes comprarlo aquí.. La broma final, ópera prima del profesor, librero y montañista Rafael G. Rivasestá escrita como están pintados algunos cuadros, a capas de colores que matizan, sin ocultarlos del todo, los que van quedando debajo. Y, dado que desde el comienzo se recurre mucho a las prolepsis, al adelanto estratégico de datos argumentales, es en parte una novela escrita como a tirones, en los que se trae desde el futuro pequeñas informaciones que van no autodestripando pero sí acolchando el drama que se avecina, que no era fácil de adivinar tras la preciosa y colorida cubierta, pero que recibe al lector desde el principio, cuando se hace saber que la vida «normal» de la enfermera treintañera protagonista va a sufrir algún sobresalto.. Sencilla en el estilo y compleja en el fondo (se percibe que al autor la historia le importa mucho más de lo que el desenfado y la anti-pedantería del tono podrían hacer pensar), en La broma final, desde el título, también cuenta mucho la música, que suena desde aparatos o en festivales, y las digresiones sobre economía (materia que imparte Rivas), gastronomía o excursionismo no hacen sino matizar y «amabilizar» un drama que conocerá varias fases, que coinciden con la caída, la conciencia del problema o los intentos de desintoxicación.. Un buen debut, una novela «ejemplar» es el sentido clásico, un «caso» casi clínico que se hace literatura útil, de la que acompaña.
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