Entre 1713 y 1715 se firmó uno de las tratados de paz más importante de la Historia: el Tratado de Utrecht que puso fin a la guerra de sucesión española y estableció un nuevo orden europeo. Con el paso del tiempo y de las guerras llegarían otros, el de Versalles, el de París… Anoche, en El Hormiguero, se produjo el que podría ser el primera tratado de paz de la televisión. Pablo Motos y David Broncano; David Broncano y Pablo Motos, los dos presentadores que desde el pasado mes de septiembre han acumulado decenas de titulares sobre su batalla de audiencias (y otros que seguramente no les hubiera gustado protagonizar), están a un paso de firmar la paz. El «pacificador»: Alejandro Sanz.. Seguir leyendo
Alejandro Sanz se convirtió anoche en El Hormiguero en «el pacificador». El artista consiguió lo que nadie se podía imaginar que pudiera pasar hace tan sólo unas horas: la paz entre Pablo Motos y David Broncano
Entre 1713 y 1715 se firmó uno de las tratados de paz más importante de la Historia: el Tratado de Utrecht que puso fin a la guerra de sucesión española y estableció un nuevo orden europeo. Con el paso del tiempo y de las guerras llegarían otros, el de Versalles, el de París… Anoche, en El Hormiguero, se produjo el que podría ser el primera tratado de paz de la televisión. Pablo Motos y David Broncano; David Broncano y Pablo Motos, los dos presentadores que desde el pasado mes de septiembre han acumulado decenas de titulares sobre su batalla de audiencias (y otros que seguramente no les hubiera gustado protagonizar), están a un paso de firmar la paz. El «pacificador»: Alejandro Sanz.. Suena a chiste, pero lo que sucedió anoche en El Hormiguero iba muy en serio. Alejandro Sanz era el invitado de la noche. Su presencia en el programa se debía, primero, a la amistad que tiene con Pablo Motos y, segundo, para hablar de todos los proyectos musicales que tiene por delante este 2025 y que incluyen el lanzamiento de su esperado próximo disco. Al menos, esa era la intención.. Alejandro Sanz llevaba escondido un as en la manga, un as inesperado, casual, imprevisto, imposible de que nadie lo imaginase cinco minutos antes de que se sentase en el plató de El Hormiguero: él iba a ser el mediador para que Pablo Motos y David Broncano pusieran fin a meses de tensiones y desencuentros más que desagradables.. Resulta que Alejandro Sanz se sentó en El Hormiguero para hablar de sus nuevos proyectos musicales, pero no podía decir de nada. Ni de las canciones, ni de las colaboraciones, nada de nada. Únicamente, y por lo que dijo Pablo Motos, podía mostrar parte del videoclip de su nuevo single Hoy no me siento bien que interpreta junto al grupo mexicano Frontera.. Hace poco Alejandro Sanz cambió de compañía discográfica. Dejó Universal, «una etapa preciosa», pero «había que cambiar», y se fue a Sony. Está muy contento, pero también atado de pies y manos, pues no puede revelar absolutamente nada de su nuevo álbum, y cuando digo nada es nada. Ni pequeñas pistas, ni algún detalle, nada de nada. Y por aquí empezó todo.. Por la amistad que une a Pablo Motos y a Alejandro Sanz, el primero sabe cosas del segundo, y viceversa. Una de esas cosas era la que para Pablo Motos va a ser la canción del año y la colaboración del año. Así que, Pablo Motos preguntó. Alejandro Sanz se cerró en banda. Pablo Motos insistió. Alejandro Sanz siguió erre que erre. Pablo Motos lo volvió a intentar. Alejandro Sanz volvió a decir que no y, de repente, sin que nadie lo esperase soltó un «bueno, y a ti qué te pasa con David». Podía haberse quedado ahí y haber sido un chascarrillo más sobre la guerra entre Motos y Broncano, más aún cuando desde esta semana El Hormiguero y a tratar con naturalidad y humor el enfrentamiento. Pero no, no iba a ser sólo un chascarrillo.. Mientras Pablo Motos intentaba que Alejandro Sanz revelase algo de su nuevo trabajo, el artista conseguía convertir en «el pacificador», el hombre que, de funcionar, podría colgarse la medalla de ‘yo logré que Broncano y Motos hicieran las paces’. «Vamos a hablar de lo que te pasa con David», reiteró Alejandro Sanz. Ya no había escapatoria.. «Yo es que juego de vez en cuando con David al tenis. Echamos partidos con los hermanos López y está muy triste», reveló el artista en tono jocoso, pero más serio de lo que podía parecer. «A mí no me pasa nada», respondió Pablo Motos intentando volver a encarrilar la entrevista hacia el pelotazo de colaboración. «Yo creo que puedo hacerlo y que lo estás deseando», le espetó Alejandro Sanz a Pablo Motos. «Es que a mí no me pasa nada», insistió el presentador.. «Pues si no os pasa nada quedamos para jugar al paddle y al tenis», añadió Alejandro Sanz entre risas. «Es que yo no juego al paddle», respondió Motos. «Bueno, pues al tenis», propuso Sanz, «Tampoco», volvió a decir Pablo Motos, y añadió, «podemos jugar a squash». «Pues si no juegas al tenis ni al paddle… no me extraña que no tengas amigos», bromeo Alejandro Sanz.. Entre risas, el artista lanzó la bomba: «Escríbele una nota que el lunes voy a su program, porque como no me dejas ir primero al suyo, y yo le llevo una nota». Menos mal que en los tratados de paz de la Historia del mundo no había un Alejandro Sanz porque si lo hubiera habido… Madreeeeee.. La sorpresa la dio Pablo Motos. Sin poner ni una pega, sin negarse en ningún momento, Pablo Motos pidió una hoja y se puso a escribir lo que Alejandro Sanz le fue dictando. La carta de Pablo Motos a David Broncano, que el lunes Alejandro Sanz le entregará al presentador de La Revuelta en mano.. «Querido David, pelillos a la mar. Te deseo lo mejor. Espero que nos veamos pronto. Te quiero. Tu Pablo. Y a Ricardo y a Grison, también. Firmado: Pablo Motos».. Alejandro Sanz muestra la carta de Pablo Motos a David Broncano.ATRESMEDIA. Alejandro Sanz cogió la carta, le dio la mano a Pablo Motos, mostró la carta al público y se la guardó en su bolsillo. ¿Es la carta que pondrá fin al enfrentamiento?. «Pues mira con esto me ahorro dos cosas: vuestra pelea…», continuó Alejandro Sanz, sin poder terminar, pues en ese momento Pablo Motos le espetó un «no digas eso porque no ha habido ninguna pelea». Bueno, no ha habido una pelea cuerpo a cuerpo, pero tele a tele… Que sí, que lo de la paz y la carta está fenomenal y ojalá sea el punto final de todo esto por la salud mental de ellos y por la salud de la prensa televisiva que lleva meses con el monotema, pero pelea sí que ha habido, que difícil es de olvidar la que lió David Broncano con la visita de Jorge Martín y la que se lió después con la contestación de Pablo Motos, la única vez, hasta anoche, que ha hablado tan alto y claro sobre este tema.. «Vale, no lo digo», aceptó Sanz. «Y lo segundo que me ahorro es el regalo que le tengo que llevar», sentenció. Y se acabó, al menos, hasta el lunes. Eso sí, Pablo Motos se iba a cobrar en carnes el momento carta y tratado de paz. «Tú me has pedido una cosa, yo te he pedido otra cosa que salga de ti», volvió a centrar la entrevista Pablo Motos. «¿El qué?», preguntó Alejandro Sanz como si no supiera por dónde le venía el aire. «Que digas una de tus colaboraciones». Ni de broma.. Alejandro Sanz se levantó, se puso a darle un masaje a Pablo Motos porque «vienes muy tenso de las vacaciones». Le pidió que siguiese la escaleta. Se volvió a sentar y busco una salida como pudo. La de David Broncano ya no le valía. «Como es un secreto y un pelotazo te lo cambio por otra cosa. Tú en tu casa me prometiste que ibas a cantar en directo para todo el público el Coco Guagua de Enrique y Ana». ¿En serio? Pues sí, en serio.. Pablo Motos se plantó con un piano de cola en medio del plató para que Alejandro Sanz cantase Coco Guagua, pues al parecer en uno de los encuentros de ambos en casa de Alejandro Sanz, éste le dijo a Pablo Motos que el Coco Guagua con unos buenos acordes y un buen instrumento podía ser hermoso. Pues, al lío. Y sí, tocado y cantado por Alejandro Sanz al piano sonaba hasta maravilloso.. Y, por fin, pudo seguir la entrevista. Alejandro Sanz no reveló absolutamente nada, pues «estoy con mis amigos de Frontera y hay que darles su espacio», aunque suena a que la colaboración que conoce Pablo Motos es de las gordas. ¿Una Rosalía, una Taylor Swift?. Hablaron de música, de la que escuchaba Alejandro Sanz cuando era pequeño, de la que escucha ahora, de la música de ahora, de cómo es trabajar con su hijo Alexander o de la terapia de desconexión de pantallas que ha hecho este verano con sus cuatro hijos: «Me he dado cuenta de que mis hijos, especialmente los pequeños, han perdido la capacidad de concentrarse, por ejemplo, en ver una película entera sin distraerse con otras cosas. Me propuse en ese viaje ver juntos una peli todos los días, sin ninguna otra pantalla de por medio, y luego comentar la película y ver qué personaje se parecía más a cada uno».. Y explicó que su Corazón Partío nunca fue una canción para Camela, sino la manera que tuvo de revolverse contra quien no quería que cantase flamenco ni que tuviera acento: «Había alguien en la discográfica que estaba empeñado en que no hiciera nada de flamenco, además me dijo que tomara clases de dicción para perder mi acento. Pero me negué, yo me siento muy orgullosos del flamenco y de donde vengo. Intentaba manipular las cosas por detrás. Y no me preguntes más que me cabreo». No, hombre, no «el pacificador» no se puede cabrear. ¿Qué ejemplo es ese? Pon un Alejandro Sanz en tu vida y la paz será con vosotros.
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