Carlos Boyero ha valorado en su crítica semanal en EL PAÍS la última película de Julia Roberts, Caza de brujas. Una cita que califica como la “menos atractiva” de las que hay, según sus gustos, y que llega a los cines además en una época “golosa” en la que considera que hay una “sobredosis de estrenos” y con el público deseoso de volver a las salas.
Boyero reconoce el éxito de su creador, Luca Guadagnino: “Goza de fervores críticos y Hollywood, siempre a la caza de talentos europeos que le otorguen prestigio artístico, se ha colocado a sus pies desde hace tiempo”. Salvo Call Me By Your Name, el resto de su cine le “mosquea” o le “irrita”. Así que para el crítico, “el único atractivo inicial” de esta película es que la protagoniza Julia Roberts, a la que siempre -apunta- le gusta observar y escuchar.
Eso sí, aunque opina que es “una actriz convincente”, que posee imán, belleza y personalidad, en Caza de Brujas le resulta indiferente: “Va de intensa y misteriosa. Le han teñido el pelo de un color extraño, pretenden hacer inútiles cambios en su privilegiada fisionomía”. Aunque insiste en que igual por estos cambios le dan el Oscar. “Esas cosas, junto a lo de interpretar a gente con enfermedades físicas o mentales, siempre enamoran en los Oscar de interpretación. La de Julia Roberts aquí no me conmueve lo más mínimo. Al igual que el resto de la trama y de los personajes”, concluye.
Boyero añade que Guadagnino intenta dotar de suspense y plantear interrogantes sobre las relaciones sexuales consentidas o forzadas en la universidad de Yale “pero todo se queda en pretencioso”. Sobre los personajes también es contundente: “No existe ni un solo personaje del que me preocupe su presente o su futuro, algo imperdonable en un cine que pretende ser psicológico, complejo, retorcido, con aristas, lleno de dudas”.
[Lee aquí la crítica completa de Carlos Boyero: Caza de brujas: ni siquiera Julia Roberts se salva del naufragio. Y aquí, las críticas de las películas que se estrenan esta semana]
El experto en cine opina sobre la nueva película de Luca Guadagnino
Carlos Boyero ha valorado en su crítica semanal en EL PAÍS la última película de Julia Roberts, Caza de brujas. Una cita que califica como la “menos atractiva” de las que hay, según sus gustos, y que llega a los cines además en una época “golosa” en la que considera que hay una “sobredosis de estrenos” y con el público deseoso de volver a las salas.
Boyero reconoce el éxito de su creador, Luca Guadagnino: “Goza de fervores críticos y Hollywood, siempre a la caza de talentos europeos que le otorguen prestigio artístico, se ha colocado a sus pies desde hace tiempo”. Salvo Call Me By Your Name, el resto de su cine le “mosquea” o le “irrita”. Así que para el crítico, “el único atractivo inicial” de esta película es que la protagoniza Julia Roberts, a la que siempre -apunta- le gusta observar y escuchar.
Eso sí, aunque opina que es “una actriz convincente”, que posee imán, belleza y personalidad, en Caza de Brujas le resulta indiferente: “Va de intensa y misteriosa. Le han teñido el pelo de un color extraño, pretenden hacer inútiles cambios en su privilegiada fisionomía”. Aunque insiste en que igual por estos cambios le dan el Oscar. “Esas cosas, junto a lo de interpretar a gente con enfermedades físicas o mentales, siempre enamoran en los Oscar de interpretación. La de Julia Roberts aquí no me conmueve lo más mínimo. Al igual que el resto de la trama y de los personajes”, concluye.
Boyero añade que Guadagnino intenta dotar de suspense y plantear interrogantes sobre las relaciones sexuales consentidas o forzadas en la universidad de Yale “pero todo se queda en pretencioso”. Sobre los personajes también es contundente: “No existe ni un solo personaje del que me preocupe su presente o su futuro, algo imperdonable en un cine que pretende ser psicológico, complejo, retorcido, con aristas, lleno de dudas”.
[Lee aquí la crítica completa de Carlos Boyero: Caza de brujas: ni siquiera Julia Roberts se salva del naufragio. Y aquí, las críticas de las películas que se estrenan esta semana]
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