Desde hace tiempo, siempre que se habla de cómo se quiere que sea la televisión pública española, se pone como ejemplo la BBC. Es la comparación perfecta de los que mandan en RTVE, de los que están en el Congreso de los Diputados, incluso de los que saben de programar en televisión. Es un sueño con el que soñamos todos sin saber muy bien qué supondría que Televisión Española se asemejase más a la televisión pública británica que a lo que lleva siendo desde hace muchos años, multiplicado por diez en los últimos tiempos, RTVE. Por eso, la dimisión del director de la BBC y de la directora de BBC News tras emitirse un vídeo sesgado de unas declaraciones de Donald Trump ha vuelto a poner encima de la mesa cuán grande es la diferencia entre la BBC y nuestra televisión pública.. Seguir leyendo
La dimisión del director de la BBC tras un vídeo sesgado de unas declaraciones de Donald Trump fue la excusa perfecta para comparar lo que ocurre en la cadena pública británica y lo que está pasando en Televisión Española. Los colaboradores de la mesa política confeccionaron un traje a medida para RTVE
Desde hace tiempo, siempre que se habla de cómo se quiere que sea la televisión pública española, se pone como ejemplo la BBC. Es la comparación perfecta de los que mandan en RTVE, de los que están en el Congreso de los Diputados, incluso de los que saben de programar en televisión. Es un sueño con el que soñamos todos sin saber muy bien qué supondría que Televisión Española se asemejase más a la televisión pública británica que a lo que lleva siendo desde hace muchos años, multiplicado por diez en los últimos tiempos, RTVE. Por eso, la dimisión del director de la BBC y de la directora de BBC News tras emitirse un vídeo sesgado de unas declaraciones de Donald Trump ha vuelto a poner encima de la mesa cuán grande es la diferencia entre la BBC y nuestra televisión pública.. Desde que Mariló Montero estuviese en La Resistencia y durante una semana sus palabras en el programa de David Broncano señalando el sesgo ideológico y «la manipulación» de la programación de RTVE, parecía haberse impuesto una calma chicha sobre lo que está ocurriendo en RTVE. ¿Qué está ocurriendo? La respuesta la dan, primero, los trabajadores de la casa, que desde hace meses están denunciando «la falta de pluralidad» y de «recursos», el sesgo político, la externalización, la peligrosa mezcla de información y opinión, etc., que se vive en Televisión Española.. Y, segundo, siendo Mariló Montero quien abriera la veda, los de fuera. Importantes rostros de otras cadenas que, ante la situación y ante que es la televisión de todos, no han podido mantener esa tregua no firmada entre cadenas, pues, aunque la manipulación política en RTVE es algo histórico, lo de ahora, con audiencias que no se vivían en La 1 desde hace 14 años, es de tal descaro que ya no se puede dejar pasar.. Anoche, durante la mesa política de El Hormiguero, el último tema que Pablo Motos puso encima de la mesa fue precisamente la dimisión del director de la BBC, dejando caer una frase que, sin decir nada, lo decía todo: «Si tú comparas que en la BBC, porque han editado unas declaraciones de Trump y han cortado unas palabras de Trump, han dimitido el director de la BBC y la directora de Informativos, dices: ‘hostias, qué diferentes somos'». No le hacía falta decir ni añadir nada más, pues lo mires como lo mires, esta afirmación es tal cual: «qué diferentes somos».. Abría el debate, que no duró más de cuatro minutos, aunque no hiciera mucho más, Rubén Amón, el cual no dudó en apuntar que le enternece «la reacción de la televisión pública española ante la noticia de la BBC», advirtiendo que estamos hablando de un «error de edición» y no «de la categoría de manipulación, que es lo que sucede con la televisión pública de unos años a esta parte, y no digamos desde que se ha legalizado la postura política».. «En la pública tenemos una programación orientada sistemáticamente a la vanagloria y propaganda del presidente del Gobierno con el dinero de todos y con el presupuesto de nuestra ética periodística», sentenció Rubén Amón, explicando que el director dimitido de la BBC fue escogido por el Gobierno conservador y se mantuvo con el Gobierno laborista, «en función de un criterio básico, que es la neutralidad». «Si la televisión pública no es neutral, yo no quiero la televisión pública. Y en España la televisión pública lleva muchos años, ahora de forma más contundente, dedicándose específicamente a la programación política. Desde la mañana hasta la noche, cargando siempre sobre la propaganda que le interesa al presidente del Gobierno», remató el periodista.. Rosa Belmonte intervenía en ese momento para instar a que «las televisiones públicas deberían ser fulminadas», pues ya que se había abierto la veda, por pedir que no quede. Pero era Juan del Val el que interrumpía para hacer una reflexión que, tal vez, pone más luz a una situación que preocupa a contertulios y periodistas, pero también dentro de la propia RTVE, a los que hacen RTVE, sus trabajadores.. «Podemos protestar todo lo que queramos por esto, pero también creo que la culpa la tenemos los ciudadanos, porque tú eres muy crítico cuando la televisión pública se mete con los que no son los tuyos, pero cuando son los tuyos ya no eres tan crítico», arrancó el Premio Planeta.. «Los ciudadanos deberíamos ser igual de críticos cuando ves que una televisión pública está manipulando la información, que es lo que sucede ahora, sin ninguna duda, pero también en la mayoría de autonómicas, por no decir en todas. Por tanto, es un instrumento político y los ciudadanos lo toleramos, y no deberíamos tolerarlo. Ser igual de beligerantes ahora mismo, que un votante del PSOE podría ser igual de beligerante con Telemadrid que con Televisión Española. Esto es lo que no se puede consentir, y la culpa la tenemos nosotros», afirmó Juan del Val.. Juan del Val habla de RTVE en El Hormiguero.ATRESMEDIA. Era María Dabán la que ponía uno de los últimos ejemplos de esto: la sanitaria de Mañaneros 360, que no era sanitaria sino administrativa y liberada sindical. Entró en el programa de Javier Ruiz siendo sanitaria, incluso médico, para hablar de la crisis de los cribados en Andalucía, y cuando ABC destapó la denuncia de la Junta de Andalucía, en la que se descubría que entró primero como cocinera; en el año 2021 pasó a ser administrativa y, ahora, es liberada sindical, Javier Ruiz calificó de «bulos» dichas informaciones, insistiendo en que era responsable de admisiones de Traumatología en el Hospital Virgen del Rocío, para después ser desmentido en directo por la propia sindicalista. Cortaba entonces Pablo Motos, pues «nos estamos pasando del tiempo», pero lo dicho, dicho queda.. Nunca antes en El Hormiguero se había hablado tan a corazón abierto de lo que está sucediendo en RTVE. Dirán muchos: es la pataleta porque a RTVE le va fenomenal ahora. Una cosa no quita la otra. Sí, RTVE ha disparado sus audiencias con un arduo trabajo de su presidente y de su director general por alcanzar el objetivo que nunca han ocultado de convertir a RTVE en una televisión relevante. Pero una cosa no quita la otra. Que a RTVE le vaya de locos no quita para decir la realidad de lo que está sucediendo, de lo que está denunciando y de lo que, como bien dijo anoche Juan del Val, también es culpa de todos nosotros, tanto para Televisión Española, como para Telemadrid o cualquier televisión autonómica. Las televisiones públicas no tienen independencia. Pocas veces la han tenido. El problema es que antes se intentaba disimular y ahora ya nada se disimula, en ninguna, ni en RTVE, ni en Telemadrid, ni en TV3, ni en Canal Sur…. ¿Es una guerra contra RTVE? Lo querrán pintar así y, si no, esperamos la reacción de Javier Ruiz o de cualquier otro. Pero no, no es una guerra, es una obviedad. Y esta obviedad no quita que en RTVE se estén haciendo muchas cosas bien, se esté apostando por buenos programas y otras muchas cosas, pero que no hay pluralidad, que lo de la no sanitaria no fue un «bulo» de los que lo contaron, sino de quien la presentó como médico, y otras tantas cosas, es lo que es. Tal vez, Juan del Val tenga razón y deberíamos empezar siendo nosotros los objetivos.. Dirán algunos, porque ya se decía ayer, que El Hormiguero ha criticado a RTVE porque David Broncano con Rosalía hizo récord histórico. Somos así. El que no se consuela es porque no quiere. Lo cierto es que no hace falta que a uno le vaya bien y al otro mal, ni convertir todo en una guerra, ni buscar un conflicto donde no lo hay. Decir lo que se ve o lo que denuncian los que están viviéndolo cada día tras una noticia como es la de la BBC, no es una guerra, ni un pique, ni una manera de revolverse. Tal vez, sí, también sea culpa nuestra.
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