Montoya se ha convertido en el absoluto protagonista de La isla de las tentaciones 8. El sevillano es oro puro para un reality. Se desgarra las camisas, se tira al suelo, grita, llora, lanza muñecos a la piscina, sale corriendo, se desmaya, huye… Lo tiene todo, y todo lo da. Anoche, lo volvió a hacer, pero multiplicado por cien. Hasta tal punto que pocas veces, por no decir ninguna -y mira que han pasado cosas en La isla de las tentaciones-, se han visto momentos como los que se vivieron anoche. Hasta tal punto que ni Sandra Barneda pudo contenerle, ni controlarle, ni calmarle, ni nada de nada. Lo de anoche de Montoya en La isla de las tentaciones fue una salvajada cinematográfica, fue simplemente glorioso.. Seguir leyendo
Pocas veces en La isla de las tentaciones se ha vivido una situación como la que se vivió anoche. Ha habido huidas, llantos, gritos, pero las escenas de Montoya en el capítulo de anoche son cine de terror del bueno
Montoya se ha convertido en el absoluto protagonista de La isla de las tentaciones 8. El sevillano es oro puro para un reality. Se desgarra las camisas, se tira al suelo, grita, llora, lanza muñecos a la piscina, sale corriendo, se desmaya, huye… Lo tiene todo, y todo lo da. Anoche, lo volvió a hacer, pero multiplicado por cien. Hasta tal punto que pocas veces, por no decir ninguna -y mira que han pasado cosas en La isla de las tentaciones-, se han visto momentos como los que se vivieron anoche. Hasta tal punto que ni Sandra Barneda pudo contenerle, ni controlarle, ni calmarle, ni nada de nada. Lo de anoche de Montoya en La isla de las tentaciones fue una salvajada cinematográfica, fue simplemente glorioso.. En poco más de siete minutos de televisión, Montoya se arrancó la camisa, lanzó la tablet volando de una patada, salió corriendo a la playa, se tiró al agua, se desmayó, apareció Sandra Barneda, le dio agua, le intentó calmar, lloró, gritó, volvió a su asiento y se llevó el regalo de Anita, el muñeco con su rostro completamente quemado y con una pegatina en su frente en la que ponía «esta noche carricoche». ¿Se puede pedir más? Por pedir se puede, pero que alguien te lo pueda dar es más que complicado.. Montoya es carne de reality, es el personaje perfecto porque da todo lo que se puede dar sin pensar que está siendo grabado ni que le van a ver miles de personas. Él se deja llevar y no tiene medida ni control. Ya avisó en la primera hoguera de esta edición de La isla de las tentaciones cuando al ver el acercamiento de Anita con Manuel se rompió la camisa que ni Camarón. El que avisa no es traidor. Eso sí, lo curioso de Montoya es que sufre como nadie ha sufrido en La isla de las tentaciones, pero a los cinco minutos está como una rosa. Como dice él, «resurjo de mis cenizas».. Anoche le pasó algo similar. Segunda hoguera de esta edición de La isla de las tentaciones. Primero le tocó a las chicas, y Anita se fue calentita, pues Sandra Barneda no dudó en sacarle los colores cuando criticó la actitud de Montoya con su tentadora, mientras ella está haciendo lo mismo o más con Manuel. Porque lo de Anita no es sólo que se esté dejando llevar por la tentación y haya caído en las redes de Manuel -sí, el de «esta noche carricoche» de hace dos ediciones-, sino que, además, las faltas de respeto hacia Montoya son constantes. «Poco hombre», es de lo más flojo que ha dicho sobre él. O quemar el muñeco con el rostro de Montoya montando una especie de aquelarre en la villa de las chicas, con todas ellas y todos ellos en modo borreguitos aplaudiendo y vitoreando.. Al escuchar Sandra Barneda como Anita cargaba contra Montoya, no tuvo ningún reparo -nunca lo tiene- en poner encima de la mesa que ella estaba haciendo lo mismo con Manuel. La respuesta de Anita, la de siempre: «Yo de verdad tengo una conexión real y lo de ellos es guarreo puro». Las distintas varas de medir.. Y entonces llegó la hoguera de los chicos y todo fue un desparrame en todos los sentidos. Fue tremebundo, y no sólo por Montoya, pues Montoya dio lo que los espectadores esperaban y por lo que se ha convertido en la estrella de La isla de las tentaciones, sino porque no hay edición de La isla de las tentaciones sin un machirulo. En esta edición se llama Tadeo. Tadeo ha llegado hace poco a La isla de las tentaciones tras el abandono de una de las parejas. Anoche era su primera hoguera y su reacción fue lamentable. En las imágenes que La isla de las tentaciones le mostró de Stephany, su pareja, se ve como ella deja pasar a su habitación a alguno de sus tentadores para bailar. No hay ni una sola imagen en la que se cruzase ningún límite, nada irrespetuoso, nada del otro mundo, ninguna traición. Da igual, en la cabeza de Tadeo esas imágenes son dignas de que Stephany arda en el infierno como en la época de la Inquisición. Tal vez es que Tadeo debería haber vivido en esa época y no en el siglo XXI.. Con un desprecio terrible, Tadeo ha comentado los bailes de Stephany con su tentador, utilizando palabras más que desagradables y despreciables: «No sabe ni bailar, lo que hace es mover el culo. Eso también lo hago yo (…) Eso no es hacer twerking, es hacer el ridículo, no tiene otra palabra. No tiene ni arte». Más que las palabras, las caras, el rostro de asco, de desprecio absoluto, de condena. ¿Qué va a decir si Stephany traspasa alguna línea roja? ¡A la hoguera!. Pero el momento, el gran momento de la noche, fue el de Montoya. Sandra Barneda arrancó la hoguera de los chicos advirtiendo que traía un paquete que iba a afectar a todos, pero especialmente a uno de ellos. Lo dejaría para el final, por eso de crear expectación, aunque estaba claro que el paquete en cuestión iba dirigido a Montoya. No podían haber elegido peor momento, pues la hoguera de anoche fue una auténtica crucifixión para Montoya.. Montoya sufre un ataque de nervios tras ver las imágenes de Anita en La isla de las tentaciones.MEDIASET. Sandra Barneda le puso las primeras imágenes. En ellas se ve el acercamiento de Anita a Manuel y los calificativos que ésta utiliza para referirse a Montoya. Montoya empieza a alterarse. Se desgarra la camisa. Las imágenes continúan y Montoya descubría el momento en el que Anita caía en la tentación con Manuel y veía cómo se besaban apasionadamente en el jacuzzi. «Estás haciendo el ridículo, tía. Qué vergüenza me das, qué vergüenza ajena», comentaba mientras se abría una vez más la camisa hasta romperla.. Era solo el principio y, según avanzaba el vídeo, la tensión de Montoya iba en aumento hasta terminar dando una patada a la tablet. «¡Guarra! Me cago en la puta, me voy de aquí», decía mientras salía corriendo de la hoguera hacia la playa. «¡Me has partido el alma!», gritaba completamente fuera de sí desde la orilla.. Ante la brutal situación, Sandra Barneda acudía en su búsqueda. Sus compañeros le observaban desde la hoguera y veían cómo caía al suelo. «¿Se ha desmayado?», se preguntaban preocupados mientras la presentadora pedía una botella de agua para intentar calmarle.. «Me ha roto, Sandra. A toda mi familia. Eso era lo que quería. Y yo portándome bien todo el rato, aguantando la tentación, que me encanta tentarme con todas las chicas y le estoy demostrando mucho respeto. Yo nunca he estado enamorado y me está rompiendo, no puedo más», se desahogaba con Sandra Barneda, que no paraba de intentar que se relajara.. Tras conseguir que se calmase, Montoya se volvía a sentar con sus compañeros. Sandra Barneda colocaba la tablet en su posición y le pedía por favor que no volviera a dar una patada al aparato. Quedaba darle el muñeco, bueno, la cabeza del muñeco quemado. Montoya lo lanzaba a la hoguera y tras calmarse un poco todos volvían a la villa. Y en la villa, como el fénix que resurge de las cenizas, Montoya se dejaba tentar por Gabriela. Un par de besitos en la cama y Montoya ya estaba como nuevo, hasta que…. Hasta que al día siguiente, Sandra Barneda aparecía en la villa de los chicos y les ofrecía la posibilidad de que uno de ellos pudiera ver 10 minutos de imágenes de su pareja en directo. Ninguno de los chicos dudó en que tenía que ir Montoya, y Montoya fue. En qué momento.. Cuando Montoya comenzó el visionado, coincidió que Anita estaba sufriendo un gran bajón pensando en él. Llorando, afirmó que estaba muy decepcionada con él. «He estado muchos días llorando por él y al final tengo una persona aquí con la que estoy bien, que me hace reír, que me cuida… Al final cuando ves esas actitudes por parte del amor de tu vida, te dejas llevar. No me arrepiento», le contaba Anita a Bayan en su habitación, revelándole que ya había caído de lleno en la tentación con Manuel.. Y del llanto, Anita pasó a la pasión. Manuel entraba en la habitación de Anita y ella se dejaba querer. «¡Me has reventado por dentro!», empezó a gritar Montoya al televisor, visiblemente muy nervioso. El consuelo de Manuel hacia Anita poco a poco se fue tornando en algo pasional. Montoya no podía dar crédito a lo que estaba sucediendo al ver en directo a su pareja comenzar a darse besos y caricias con el soltero. «¿Puedo irme? No quiero ver más…», decía en un momento Montoya levantándose. Pero después, pedía ver con amplitud las imágenes correspondientes a Anita.. El novio de Anita comenzaba entonces a vociferar contra la pantalla. «¡Me has reventado! ¡Llora! ¡Llora con ese escombro! ¡Eso es lo que quieres en tu vida!», gritó. «¿Por un papa frita vas a llorar?», escuchó Montoya a Manuel decirle a Anita. «Te vas a arrepentir toda tu vida de esto. ¡Me has reventado por dentro!», contestaba de nuevo Montoya, esta vez echándose a llorar.. Manuel y Anita comenzaron entonces a tener sexo y Montoya no pudo resistirse más. El participante salió corriendo por la playa y tras él Sandra Barneda pidiéndole que regresase. «¡Montoya, vuelve! ¡Montoya, por favor!», le suplicaba la presentadora. Él no le hizo caso y finalmente llegaba a Villa Playa gritando: «¡Me has reventado!». Algo que Manuel y Anita llegaron a escuchar desde dentro de la habitación. Y hasta aquí. La isla de las tentaciones dejó con la miel en los espectadores. To be continued…
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