Vestida de rojo, con el color del pelo también cambiado, Ana Rosa Quintana está ya mandando un mensaje: vuelve a la mañana y vuelven los cambios. Hace dos años, Alessandro Salem, consejero delegado de Mediaset, le pidió a Ana Rosa Quintana que se pusiera al frente de las tardes tras la cancelación de Sálvame. La presentadora y productora aceptó por «lealtad», pero consciente de que dejaba un espacio en el que no sólo estaba más que cómoda siendo la ‘reina de las mañanas’, sino donde está lo que más le apasiona: la actualidad. Se fue a la tarde con su TardeAR con una idea, «divertirse». Asegura que los primeros meses «fueron muy duros», pero que consiguió su objetivo, adaptarse. Hace una semana, nada más que una semana, el nuevo director de Contenidos de Mediaset, Alberto Carullo, y Salem volvieron a reunirse con Ana Rosa Quintana para pedirle un nuevo favor: volver a las mañanas. De nuevo, aceptó.. Seguir leyendo
Ana Rosa Quintana vuelve este lunes a las mañanas, a sus mañanas, al lugar que reinó durante 19 años y del que se fue hace dos años a petición de la cadena. Lo ha echado de menos, pero reconoce haberse «divertido» mucho en las tardes. Ahora, Ana Rosa Quintana vuelve también por petición de la cadena, pero con un objetivo claro: «La labor de los medios es exponer al Gobierno, y ahora el Gobierno es el que es»
Vestida de rojo, con el color del pelo también cambiado, Ana Rosa Quintana está ya mandando un mensaje: vuelve a la mañana y vuelven los cambios. Hace dos años, Alessandro Salem, consejero delegado de Mediaset, le pidió a Ana Rosa Quintana que se pusiera al frente de las tardes tras la cancelación de Sálvame. La presentadora y productora aceptó por «lealtad», pero consciente de que dejaba un espacio en el que no sólo estaba más que cómoda siendo la ‘reina de las mañanas’, sino donde está lo que más le apasiona: la actualidad. Se fue a la tarde con su TardeAR con una idea, «divertirse». Asegura que los primeros meses «fueron muy duros», pero que consiguió su objetivo, adaptarse. Hace una semana, nada más que una semana, el nuevo director de Contenidos de Mediaset, Alberto Carullo, y Salem volvieron a reunirse con Ana Rosa Quintana para pedirle un nuevo favor: volver a las mañanas. De nuevo, aceptó.. En esta semana, mucho se ha dicho de cómo se ha gestado el regreso de Ana Rosa Quintana y de El programa de Ana Rosa a las mañanas de Telecinco, la realidad, la contada tanto por la presentadora como por Carullo es que antes del verano Alessandro Salem le hizo una pregunta a Ana Rosa Quintana: «¿Quieres venirte a las mañanas?». En ese momento, Ana Rosa le dijo que no. Se encontraba a gusto, estable, divirtiéndose. Y no hubo más que hablar. Con la llegada a Mediaset de Carullo hace tres semanas, el nuevo director de Contenidos, junto con Salem, ya no dieron opción a que Ana Rosa Quintana eligiera. El lunes pasado por la mañana la reunieron y, al igual que pasó con su salto a la tarde, fue la dirección la que tuvo claro que ella tenía que volver a la mañana.. Niegan ambos que sea por una cuestión de audiencias, sino porque la llegada de un nuevo director de Contenidos trae consigo que quiera tener su programación. «Ha sido consensuado, meditado y valorado. Teníamos que completar y reforzar nuestra oferta. Es una apuesta muy importante porque es con Ana, un referente de esta casa y de fuera de ella», asegura Carullo.. En esa reunión estuvieron presentes todos los presentadores implicados. Es decir, tanto Ana Terradillos, de La Mirada Crítica, que a partir de hoy arrancará a las ocho de la mañana y estará hasta las nueve con un magacín informativo sin mesa política, como Joaquín Prat y Patricia Pardo, presentadores de Vamos a ver, que ahora comenzará a las 12.15 horas y terminará a las 15.00, estuvieron presentes en esa reunión en la que también estuvo Xelo Montesinos, CEO y socia de Ana Rosa Quintana en su productora, Unicorn Content.. A partir de ahí la maquinaria de la productora empezó a funcionar a toda velocidad para sacar adelante una reorganización que no sólo afecta a la mañana sino también a la tarde, pues TardeAR se mantiene -ahora será Tardear, sin mayúsculas-, pero más rebelde y con Frank Blanco y Verónica Dulanto al frente. «Mediaset está contento con los resultados de Tardear. Las audiencias son las que son, teniendo en cuenta que contamos con desventajas: entramos 40 minutos más tarde que la competencia y nos vamos 20 minutos antes», explica Ana Rosa Quintana.. Es decir, todo sigue como estaba con la única diferencia que regresa Ana Rosa Quintana a «mi sitio natural». «Me encanta la mañana, el directo, lo que no sabes qué va a pasar. Todo pasa por la mañana», sentencia. Y en esas mañanas, en esa «adrenalina» que la presentadora necesita para seguir ilusionada con su trabajo, está la política, su editorial, la mesa de colaboradores y, insiste, «la actualidad».. «Si un día Pedro Sánchez lo hace bien, lo diré, y si el PP lo hace mal, también. Pero, insisto, es que ahora el Gobierno es el Gobierno que es». Y es en esa editorial, que tantas ampollas, críticas y aplausos ha generado donde Ana Rosa Quintana deja claro que «no es ideología» ni es «la línea editorial del programa», es «mi editorial, sólo mía». «Que quede claro, a mí no me paga ningún partido política, me paga Mediaset. Cuando Rajoy era presidente, el PP se enfadó muchísimo con nosotros por los desahucios, pero es que ahora el Gobierno es el que es. La labor de los medios es exponer a quien gobierna. Si un día Pedro Sánchez lo hace bien, lo diré, y si el PP lo hace mal, también. Pero, insisto, es que ahora el Gobierno es el Gobierno que es», señala con firmeza la presentadora.. Harta de las críticas y del señalamiento, considera «impresentable» que no se pueda opinar: «Después de 40 años en esta profesión creo que me he ganado el poder decir lo que pienso». Y envía un mensaje a quien carga contra ella por su ideología o la que creen que es su ideología: «En mi vida he votado más a la izquierda que a la derecha, pero ahora con lo que está pasando es necesario visibilizarlo». Desvela que ya ha pedido tener en El programa de Ana Rosa a Pedro Sánchez.. ¿Qué lección has sacado de este tiempo en la tarde?. Lo único que tengo que decir es que no voy a explicarte lo que es una curva en televisión. Teniendo en cuenta eso, nosotros hemos hecho una buena temporada. No es lo mismo coger una audiencia en un 14 y que el programa de después haga un 18, que la situación en la que se encuentra ahora la cadena. Lo han dicho los directivos, estamos pasando un desierto, pero también es muy bonito porque la cadena está viviendo una transformación, que conlleva pasar ese desierto. Y ahora estamos pasando por eso.. ¿Has sufrido mucho por las audiencias de la tarde?. Mira, yo ya sufro por otras cosas. También te digo que me fui a la tarde a divertirme, y lo he hecho. Hemos hecho el programa que queríamos hacer.. ¿Te has planteado centrarte en la producción o en algún momento te has planteado dejar de presentar?. Yo tengo un contrato con esta cadena por tres años. Cuando llegue el final del contrato me lo volveré a plantear, pero llevo 40 años de profesión, me han pasado tantas cosas… Y he aprendido algo muy importante, nunca hay que hacer planes y, en mi caso, desde el cáncer mucho más.Yo iré viendo, y, posiblemente, el día que me levante por la mañana y diga ‘es que no me apetece, es que no me ilusiona’ me iré. Mientras yo siga teniendo ilusión, adrenalina y ganas, haré esto.. ¿Y sigue esa ilusión?. Para mí, con la cantidad de años que llevo, que la cadena confíe de nuevo en mí para un nuevo programa me parece un regalo. Yo soy así, me tocan las palmas y ahí estoy.. ¿Puede ser esta tu última etapa como presentadora?. No me digas la última, en todo caso, la penúltima. Última no se dice nunca.. Vuelves a la política, a tu editorial… ¿Te has mordido mucho la lengua este tiempo en la tarde?. Sí, me la he mordido mucho, pero menos de lo que le hubiera gustado a Xelo -directora de TardeAR estos dos años-.. «En esta cadena jamás me han impuesto nada. Se llama libertad de expresión. Una libertad de expresión que ahora es solo para uno y no para los demás». Insiste Ana Rosa Quintana que no le obsesionan las audiencias y cuando la nombras como «la reina de las mañanas» repite con contundencia que ese nombre nunca ha salido de su boca. «Me encantaría liderar todos los días», afirma, «pero a mí las audiencias no me quitan el sueño ni me van a agriar el carácter».. ¿Cómo gestionas el odio que generas?. Yo no me meto con nadie. ¿Alguna vez me has oído hablar mal de un compañero, de otro programa, de criticar a alguien, de meterme con alguien? He estado en todas las cadenas y mañana estás aquí y al día siguiente enfrente. Hay que respetar a los compañeros. ¿Alguna vez la cadena te ha pedido que suavices tu opinión?. En esta casa jamás me han dicho ni antes ni después, ni con Vasile ni con Salem, que corrija mi línea editorial. Eso es la democracia, esto es el respeto a los comunicadores, esto se llama libertad de expresión. Una libertad de expresión que ahora es solo para uno y no para los demás.
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