Hay pocos invitados de El Hormiguero que consigan enmudecer no sólo a Pablo Motos, sino también a sus hormigas. Se puede incluso contar con los dedos de las manos: un político, Miguel Ángel Revilla, Arturo Pérez Reverte, y pocos más. A esa pequeña lista se sumó anoche María del Monte. La entrevista en El Hormiguero de la cantante empezó como siempre, pero terminó de una forma inesperada: con María del Monte hablando de lo que muchos creían que no iba a hablar y con Pablo Motos enmudecido y estremecido. «Gracias por tu generosidad», le dijo el presentador al terminar. Efectivamente, María del Monte, acostumbrada a guardar silencio cuando no quiere hablar de determinadas cosas, anoche habló. Habló incluso de lo que no quería hablar, de lo que le dijo a Pablo Motos que no le preguntase, de lo que para ella es tabú.. Seguir leyendo
Hacía 12 años que María del Monte no pisaba El Hormiguero. Mucho ha pasado en estos 12 años tanto para la cantante como para Pablo Motos. Había muchas cosas en el tintero de María del Monte. ¿Se las preguntaría Pablo Motos? Pues sí, se las preguntó y, sorprendentemente, se las respondió
Hay pocos invitados de El Hormiguero que consigan enmudecer no sólo a Pablo Motos, sino también a sus hormigas. Se puede incluso contar con los dedos de las manos: un político, Miguel Ángel Revilla, Arturo Pérez Reverte, y pocos más. A esa pequeña lista se sumó anoche María del Monte. La entrevista en El Hormiguero de la cantante empezó como siempre, pero terminó de una forma inesperada: con María del Monte hablando de lo que muchos creían que no iba a hablar y con Pablo Motos enmudecido y estremecido. «Gracias por tu generosidad», le dijo el presentador al terminar. Efectivamente, María del Monte, acostumbrada a guardar silencio cuando no quiere hablar de determinadas cosas, anoche habló. Habló incluso de lo que no quería hablar, de lo que le dijo a Pablo Motos que no le preguntase, de lo que para ella es tabú.. Hacía 12 años que María del Monte no acudía a El Hormiguero. Mucho ha llovido y mucho ha pasado en estos más de 10 años. María del Monte es la María del Monte que estuvo entonces en El Hormiguero, pero es a la vez otra María del Monte, al menos, lo es para el público. Hace 12 años, María del Monte no había reconocido su homosexualidad, hace 12 años no había pasado por los peores momentos de su vida, hace 12 años María del Monte se mantenía detrás de esa línea que cruzan pocos personajes públicos, la de la sinceridad y, sí, también la de la generosidad con los medios. Pero la María del Monte de ahora sigue siendo esa María del Monte que te dice ‘por aquí, no’, pero que a cambio te regala una de las entrevistas más generosas. Porque anoche María del Monte fue a tumba abierta con Pablo Motos.. Comenzó anoche El Hormiguero sonando su Cántame (no podía ser de otra manera) y con María del Monte poniendo a Pablo Motos (al que lo de bailar no es su fuerte) bailando sevillanas. Y arrancó la entrevista con lo bueno, con la medalla de Andalucía que la artista recibió hace un mes. Una medalla que María del Monte llevaba esperando años y que lo era todo para ella. «Soy andaluza de los pies a la cabeza. No concibo a la gente que tiene celos de otras provincias. Es una medalla que todo andaluz sueña. Yo hecho un cerrojo y hago de Andalucía mi cortijo. Para mí ha sido un sueño cumplido. Eché mucho de menos, eso sí, a mi madre. Era el día que mi madre, que era muy educada, más «mierda» repartía, porque siempre parecía que me la iban a dar, pero nunca me la daban. Encendía la tele para ver la entrega de las medallas y empezaba: «La medalla para este, una mierda para este»».. Y entonces empezaron esas frases de María del Monte que no sabes muy bien con qué sentido las sueltas, pero que a buen entendedor… Le preguntó Pablo Motos cómo fue el tener que ocultar durante 24 horas que le habían dado la medalla, pues el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, le había pedido que hasta que no fuese la rueda de prensa para anunciar a los elegidos, no podía decir nada. María del Monte contó que a ella le cuesta mucho guardar un secreto, pero que lo hizo porque… «Si quieres que algo no se sepa lo que hay que hacer es no decirlo». ¿Iba con segundas? Con María del Monte todo puede ser, pues es una experta en soltarte un mamporro y que te duela menos porque lo acompaña de su sonrisa y, tal vez, de un «cántame a la sombra de los pinos».. Y la entrevista siguió como cualquier otra entrevista. María del Monte habló de sus sevillanas, de cómo en los inicios un productor le dijo que no las cantase, de por qué nunca duerme sola (es una cuestión de energías, sensaciones y espíritus) y, entonces, llegó la pregunta de la que muchos dudaban que Pablo Motos fuera a hacer, sobre todo, conociendo a María del Monte: la cobra que María del Monte le hizo a su mujer, periodista de Canal Sur, precisamente el Día de Andalucía, y que, por supuesto, ha dado para que muchos hablen largo y tendido.. «Te llaman María del Corte», le espetó Pablo Motos entre risas, mientras en la pantalla de detrás de María del Monte se veía el momento en cuestión, el de la cobra de María del Corte. «Vamos a ver Pablete…», le dijo María del Monte con esa sonrisa de la que hablaba antes, la de ‘mírala, que con la otra mano te voy a soltar una…». No se la llegó a soltar, pero estaba avisando. «Ella y yo nos hemos reído lo más grande con esto. No le doy más importancia de la que tiene. No tiene nada que ver qué sea una relación homosexual como si es heterosexual», sentenció María del Monte para a continuación lanzarle una pregunta a Pablo Motos: «¿Tú eres de darte besos en público?» Pablo Motos respondió poniendo un poquito de relajación. Lo consiguió. «Fue una broma», sentenció María del Monte.. Y Pablo Motos cambió entonces de tercio. «Ardieron las redes, a ver si arden de una vez», soltó el presentador de El Hormiguero. «¿Tenemos la piel muy fina?», le preguntó en referencia a las innumerables críticas que recibió la artista, precisamente por no mostrar sus sentimientos en público, algo que muchos vieron como un regreso al armario. «Sí, mucho», respondió. «No existe el acierto. Si haces una cosa te critican porque la haces, si no lo haces porque no la haces, yo he decidido ser libre y hacer lo que me parezca sin hacer daño a nadie». Punto final. A otra cosa mariposa, que esto ya estaba respondido.. Volvió Pablo Motos a jugar a un juego que se le da a la perfección. Cuando ve que una entrevista o un entrevistado se está tensando o construyendo un muro frente a él, busca cómo esquivarlo. Busca entre sus papeles, donde tiene todo meticulosamente apuntado, y tira de lo que sabe que va a desmontar la coraza del que tiene enfrente. Con María del Monte no fue diferente. Pablo Motos podía haber decidido no intentar buscar las respuestas a preguntas a las que María del Monte se niega a preguntar. Y por un momento parecía que iba a ser así, pero no. Pablo Motos tiró de eso que sólo te da la experiencia y empezó a preguntarle por sus padres, por lo comilón que era su padre, el respeto y casi miedo que tenía por su madre, y María del Monte empezó a bajar la guardia. Y llegó la pregunta, esa que ha hecho que María del Monte diga «no» a muchos periodistas, incluso, que la ha llegado a tensar y enfadar.. María del Monte pone a bailar sevillanas a Pablo Motos en El Hormiguero.ATRESMEDIA. «¿Te sigue persiguiendo la noticia del robo de la casa?». El asalto a la casa de María del Monte ha sido, hasta anoche, un tema tabú para la artista. Parecía que lo seguía siendo, pues el arranque de María del Monte a la hora de contestar auguraba que por ahí no iba a pasar. «Es un tema muy desagradable del que no hablo. Estamos intentando superarlo y seguir adelante, hay cosas peores y estoy tratándolo con profesionales. Afortunadamente, me persigue tanto el cariño de la gente que me hace no acordarme de ello», sentenció. Y aquí se podría haber acabado, pero no. «¿Tienes algún trauma?», continuó Pablo Motos. Y salió la María del Monte que con una mirada y una sola frase te sentencia y te hunde. «¿A ti te quedaría?», le preguntó la cantante. «Sí», respondió contundente Pablo Motos. «Pues entonces no me lo preguntes». Esta respuesta podría haber sido el zasca de la noche, pero tampoco. Pablo Motos supo salir del atolladero de una manera magistral. Buscando el recoveco por el que podía colarse en la armadura de María del Monte. Y lo consiguió. ¡Vaya si lo consiguió!. «¿Te están ayudando con terapia?», preguntó el presentador. No hizo falta más. Para sorpresa de todos, el primero Pablo Motos, María del Monte se abrió en canal como pocas veces lo ha hecho, y mira que la han entrevistado veces. Durante más de cinco minutos -y cinco minutos en televisión es un mundo-, María del Monte eligió apartar a la María del Monte letal y dejar paso a la María del Monte de la generosidad.. «Sí, yo ya venía con una mochila muy llena, que no era capaz de vaciar y se me iba clavando en los hombros, y si no eres capaz de cargarla para eso están los profesionales», comenzó para sorpresa de todos, el primero de Pablo Motos. «Yo he tenido una etapa muy dura en mi vida. Viví en 14 meses la muerte de tres personas y es lo peor que te puede pasar. Cuesta asimilarlo porque cuando estás sacando la cabeza del agua te vuelven a ahogar. Y vuelves a intentar sacarla y otra vez. Llega un momento en que tienes que recurrir a ti y ser consciente y que no te duelan prendas recurrir a profesionales. Pero es verdad que gran parte lo tienes que poner tú. Lo peor de esta fase fue tener a mi madre conmigo, que se fuera mi hermano y ocultarle a mi madre que se había ido. Ese tiempo fue devastador para mí», relató.. María del Monte podría haberse callado, pues ya había dicho más de lo que cualquiera podía esperar, pero para sorpresa de todos, continuó: «Ella vivía con él y no quería que se enterara de lo que había pasado. Pero lo peor del mundo fue enterarme por mi hermano mayor y sentarme con mi madre como si no hubiera pasado nada. Para mí era como si me hubiera pasado una apisonadora porque para mí, mi hermano Antonio era especial. Mi madre me decía «ha llamado tu hermano», y yo había veces que del dolor no podía contestarla. Fue en la época del confinamiento y me agarre a eso. Pero van pasando los meses y se hacía cada vez más duro. La ausencia de risas me invadió. Cuanto tú notas que no tienes ya no ganas ni fuerza para reírte es que esto no funciona y te vas metiendo hacia dentro y ves que tu zona de confort está en el sofá de tu casa. Yo hablo mucho conmigo misma y yo decía que no era normal que me llamaran a tomar café y dijera que no. Ahí decidí ponerme en manos de alguien que me echara una manita. Y gracias a él puedo presumir de pareja, de amigos y de familia como nadie en el mundo».. Ni siquiera Pablo Motos se esperaba que María del Monte se abriera de esa manera. Hubo un silencio breve, el de la sorpresa, que el presentador de El Hormiguero rompió con esa frase de «gracias por tu generosidad». Pero María del Monte había cogido carretera y manta, como si todos esos silencios a los que nos tenía acostumbrados se hubiera roto y desaparecido de repente. Quería más, quería soltar más piedras de esa mochila: «Siempre he mirado que hay mucha más gente peor que yo. Siempre hay gente peor que uno y por eso hay que darnos cariño. Y darnos cuenta que la vida es un soplo. Hace 12 años que me senté aquí contigo. ¡Fijate! Vamos a descargar la pistola, vamos a darnos más cariño y vamos a ponernos la piel más curtidita, no tan fina. Sencillamente, a vivir, Pablo»
Televisión