¿Se echa de menos a Pedro Piqueras en televisión? Mucho. Hace casi dos años que el presentador de Informativos Telecinco se jubiló. Pocas han sido sus apariciones televisivas, pero, pese a ser pocas, en cada una de ellas Pedro Piqueras ha hecho gala de lo que probablemente más se echa de menos de él: su humanidad, su raciocinio, su calma, su reflexión. Todas son características que cada vez se ven menos, bien, porque no están, o bien, porque es siempre más llamativo lo contrario. El espectador quiere estímulos, y estímulos es lo que se le da. Por eso, cuando alguien como Pedro Piqueras se planta delante de la cámara y da la magistral lección -aunque él no es mucho de dar lecciones- que dio este miércoles en Mañaneros 360 sobre lo que el llamó «el virus del odio», uno se da cuenta de cuán necesario es escuchar a profesionales como Pedro Piqueras.. Seguir leyendo
Desde que Pedro Piqueras se jubilase hace ahora casi dos años, pocas han sido sus apariciones en televisión. Sin embargo, pese a ser pocas, cada una de ellas demuestra la necesidad que hay de periodistas como él, de personas como él, con humanidad
¿Se echa de menos a Pedro Piqueras en televisión? Mucho. Hace casi dos años que el presentador de Informativos Telecinco se jubiló. Pocas han sido sus apariciones televisivas, pero, pese a ser pocas, en cada una de ellas Pedro Piqueras ha hecho gala de lo que probablemente más se echa de menos de él: su humanidad, su raciocinio, su calma, su reflexión. Todas son características que cada vez se ven menos, bien, porque no están, o bien, porque es siempre más llamativo lo contrario. El espectador quiere estímulos, y estímulos es lo que se le da. Por eso, cuando alguien como Pedro Piqueras se planta delante de la cámara y da la magistral lección -aunque él no es mucho de dar lecciones- que dio este miércoles en Mañaneros 360 sobre lo que el llamó «el virus del odio», uno se da cuenta de cuán necesario es escuchar a profesionales como Pedro Piqueras.. Aunque su aparación en Mañaneros 360 pudo impresionar a muchos, lo cierto es que Pedro Piqueras es uno de esos profesionales que mamó la televisión pública desde sus inicios como periodista. Sabe lo que es una televisión pública, sabe cuál es su principal función, sabe lo importante que es su ventana. Conectó Javier Ruiz con Pedro Piqueras y lo que ocurrió después es, entre muchas otras cosas, lo que debería ocurrir muchas más veces.. En Mañaneros 360 estaban tratando el tema de la inmigración, en particular, la llegada el pasado domingo de una lancha con un grupo de inmigrantes a los que una parte de los bañistas intentaron dar captura, mientras intentaban huir, que no se nos olvide, en busca de una vida mejor.. Domingo por la mañana en Castell de Ferro (Granada). Se aproxima a la orilla una lancha con decenas de inmigrantes. Ante la atenta mirada de los bañistas saltan de la embarcación. La lancha retoma su rumbo mientras suenan las sirenas de la Policía. Un hombre localiza a uno de los inmigrantes que trata de huir y se lanza a por él para capturarle, pero no lo consigue. Otro se sienta encima de un inmigrante para evitar que salga corriendo. Varios bañistas se enfrentan entre ellos porque unos no ven bien que se les aprese. Y todo grabado con los móviles.. Arrancaba primero Javier Ruiz poniendo el foco en la sensación en la calle y en las redes sociales «hay una cierta criminalización de lo que explica el milagro económico de este país, que es la inmigración». Se doblaba la pantalla y ahí estaba Pedro Piqueras «sobrecogido». Sobrecogido por las imágenes, porque «este asunto es un asunto peliguado, la inmigración y la forma de la inmigración». Pedro Piqueras lo llama «el virus del odio» -mejor definición imposible-, «que se ha extendido a través de las redes sociales desde hace mucho tiempo». No es cosa de España solo, advirtió el periodista, «es un brote contra la inmigración que se extiende como la pólvora y que encima tienen un valedor en EEUU que es Donald Trump que viene a darle legitimidad a un pensamiento que antes no había».. Muchos dirán, qué sabrá Pedro Piqueras de inmigración si no tiene que convivir con ella. Ese es el «virus del odio» al que hizo referencia. Qué sabrá él de vivir encima de una discoteca, enfrente de una terraza, en zonas a las que no le llega ni siquiera la luz, en barriadas, en barrios comidos por las drogas… Efectivamente, no lo sabe y por eso no habló de eso, sino de lo que mostraban las imágenes y de lo que está ocurriendo con la inmigración en España, en Europa y en el resto del mundo. Porque de eso sí que sabe, porque lo sabemos todos, porque lo vemos cada día, porque no hay informativo, programa de actualidad, periódico o radio que no esté hablando de ello.. Un «virus del odio» que «se está financiando», que «no es espotáneo», que no «es algo que surja gratuitamente»: «Las redes sociales se están llenando de llamadas al odio».. Recordó en ese momento Pedro Piqueras lo que ocurrió hace unos pocos días en Torre Pacheco. Resulta que el día de antes a que saltase todo por los aires, Pedro Piqueras estaba allí. Piqueras estuvo en una mesa redonda sobre el agua y en una explotación agrícola con el alcalde, y «pude ver que era una zona de secano que ahora se ha convertido en la huerta de Europa». Vio lo que muchos no quieren contar.. La huerta de Europa por dos razones: «Uno es el agua con el trasvase Tajo-Segura y la otra es la llegada masiva de inmigrantes, muchos de los cuales llegan de manera ilegal. Los inmigrantes y el agua lo han convertido en un vergel. Los inmigrantes son absolutamente necesarios. Es rídiculo pensar que hoy se puedan recoger melones sin los inmigrantes con las temperaturas que hacen. Los inmigrantes han venido a sustituir ese trabajo, que antaño hacían las mujeres, que debe ser penosísimo». Se puede decir más alto, pero no más claro. Se puede hablar sin saber o hacerlo como lo hizo este miércoles Pedro Piqueras, conociendo, sabiendo, viendo.. «El día que llegaron los ultras a Torre Pacheco hubo una cantidad de mensajes racistas y de echar a los inmigrantes y se llenó de gente que iban a maltratar a jóvenes inmigrantes. El virus del odio se había extendido y había mucha violencia que luego no se nota en la calle porque la gente es mucho más normal de lo que se cuenta», continuó.. Mientras Pedro Piqueras hablaba, en la pantalla, junto a su imagen, otras tantas de aquellos días en Torre Pacheco, de las persecaciones, de la Policía intentando controlar el lugar, de los ultras, de los inmigrantes…. Preguntó entonces Javier Ruiz a Pedro Piqueras si creía que había un beneficio económico o un rédito político. Piqueras lo tiene claro: «Sí, hay un rédito político para las posturas más extremas, pero hay algo que es la creación de un orden nuevo». Y es en ese momento cuando Pedro Piqueras justificó su respuesta echando mano de lo que parece que escasea, del conocimiento, de lo que ya se vivió y no se debe olvidar, de «la entrada de ideas ultras que se implantaron desde Hungría y que yo pensaba esto nunca llegaría al resto de Europa». «No han llegado con los uniformes pero si con las ideas», sentenció.. «Esta creciendo el pensamiento ultra desde Hungria, Polonía, Inglaterra… Un nuevo orden mundial patrocinado desde EEUU. Es penoso ver que desde una postura de fuerza, que hace pensar en otros momentos de la historia del mundo, se permite chantajear a Europa, mientras por debajo se impone ese nuevo orden. Me parece penoso que no nos demos cuenta y que pesen más las redes sociales que los datos reales. No sé a qué beneficia económicamente. En cuanto a ideas políticas beneficia a una idea política de autoritarismo en contra la democracia». No le hizo falta decir nada más.. Tirando de cinematografía, Pedro Piqueras recordó una película del año 2003 de un director mexicano, Un día sin mexicanos, en la que de un día para otro en California desaparecen todos los hispanos: «California casi se hunde el primer día, porque no recogen la agricultura, no atienden a los mayores porque hay muchos trabajos que nosotros no hacemos y que ellos sí hacen». Una imagen vale más que mil palabras.. «Es tan importante el mundo de la inmigración para España que deberíamos poner en marcha programas para arreglar todo esto», dijo Piqueras. «Deberíamos todos ponernos en el lugar de los inmigrantes. Son seres humanos que salen de zonas de guerras, de catástrofes, de lugares donde Europa ha invertido muy poco. No se ha invertido para hacer de África un continente más productivo. Hay que ponerse en su lugar, pero es dificil porque todo está tan polarizado…».. Javier Ruiz despedía en ese instante a Pedro Piqueras con un «la cámara te echa de menos», que arrancaba una sonrisa al periodista. Más que echar de menos el rostro de Pedro Piqueras, que también, se echa de menos ese poder, que solo poseen unos pocos, de explicar las cosas, de analizarlas, y que sirva de algo.. Tal vez, la intervención y magistral lección de este miércoles de Pedro Piqueras se quede sólo en ese en una reflexión, pero lo importante es que quien la escuchara también reflexionó.
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