Es el hombre del tiempo por antonomasia y nunca había vivido tantos sobresaltos: «Todo lo ocurrido desde la DANA es un toque de atención muy serio » Leer
Es el hombre del tiempo por antonomasia y nunca había vivido tantos sobresaltos: «Todo lo ocurrido desde la DANA es un toque de atención muy serio » Leer
Roberto Brasero lleva seis meses intentando explicar acontecimientos y catástrofes extraordinarias de plató en plató, pero aun así le ha dado tiempo a escribir un libro, ‘Pequeña historia del clima’. El hombre del tiempo de Antena 3, etiqueta que se le ha quedado pequeña, ha decidido que a los niños les podía interesar el tema aunque asume mi escepticismo al respecto. «He hecho un programa que se llama ‘El Desafío’, así que decidí afrontar otro aún más difícil». Y ante mi sonrisa sarcástica, me golpea: «Por cierto, acaba de decirme la editora que la primera edición se ha vendido y sacamos ya la segunda». Tocado y hundido.. Has estado firmando en Sant Jordi, un nuevo hábitat.. Me he sentido muy raro. Cuando llegué a la primera firma y vi el cartel que decía que firmaban allí Enrique Vila-Matas y Roberto Brasero, pensé que había una fractura en Matrix, que eso no tenía sentido y no podían estar estos dos nombres juntos. Fue un honor, claro, pero tampoco me voy a venir arriba, sé mi lugar.. Bueno, estás haciendo anuncios, sales en concursos de máxima audiencia… Te has convertido en una estrella.. La única estrella es el sol y los demás hacemos lo que podemos debajo.. ¿Por qué sois tan populares los hombres y mujeres del tiempo en España?. Es una larga tradición y espero seguir manteniéndola a pesar de que algunas veces tenemos que anunciar lluvias cuando a la gente no le conviene. Yo creo que influyen el rigor, la honestidad, que simplemente contamos lo que sucede y, sobre todo, la permanencia. Los del tiempo solemos ser figuras que duramos muchísimo y al final acabamos haciéndonos familiares y un poco entrañables. Eso es lo que noto yo con la gente. Se cruzan conmigo y me saludan con total normalidad. A veces me quedo dudando si los conozco porque me hablan con la familiaridad de un amigo del instituto o alguien del barrio. Es curioso y es bonito.. Nunca planeaste ser hombre del tiempo.. No, no era mi idea cuando estudiaba Periodismo. Es que ni me lo planteaba. La vida es como un río al que te tiras para cruzarlo, la corriente te va llevando y sales en la otra orilla por un sitio distinto al que tú pensabas y, en mi caso, fue muy distinto. Me ha tocado hincar muchos codos para aprender y sigo haciéndolo diariamente. Es una formación continua, lo cual me encanta porque me mantiene inquieto.. ¿Cómo acabaste en esto? Antes de ti estaba Minerva Piquero.. Empecé en Telemadrid a dar el tiempo y de Antena 3 me llamaron después de la época de Minerva, pero yo ya había sido becario en la casa en la oficina de prensa en el 91 y en redacción en el 92. De ahí me fui a Telemadrid, donde entré de becario en la sección de Local, que era un paraíso porque hacías de todo. Política, sucesos, directos… A mí me han fraguado el directo en la calle y los reportajes. Y, luego, el tercer paso ya fue ser presentador en un plató. En esas, llegó una nueva directora y me dijo: «Yo te veo para que cuentes el tiempo como los americanos, con un poco más espectáculo e ingredientes de actualidad, no sólo un hombre delante de un mapa». Y aquí me tienes.. ¿Disfrutas esa faceta de showman?. Sí, me sale natural. Tengo una necesidad de comunicar, de transmitir. Si yo tengo una información, quiero que lo sepas, quiero que se me entienda y quiero explicarte el porqué. Siento esa necesidad que me lleva, a veces, a tener demasiada vehemencia. Pero funciona.. Brasero posa para la entrevista en el jardín de Atresmedia.ANGEL NAVARRETE. ¿Hay un solo día, cena, cumpleaños o encuentro casual por la calle en que no te pregunten qué tiempo va a hacer?. No. Me lo preguntan todos y en todas las situaciones. Además me preguntan como si yo tuviera información confidencial que no quisiera contar: «Tú ya sabes qué va a hacer en Semana Santa, ¿verdad?». ¡Pero si es la cena de Navidad, cómo voy a saber eso! Esto me lleva a no abandonar nunca el trabajo, te persigue las 24 horas porque en el ocio sale también siempre el tema, pero ya lo he asumido. Sí quiero dejar claro que si no cuento algo es porque no lo sé o aún no es seguro. No oculto información para mí solo. Las previsiones van cambiando y, por ejemplo, esas que se dan de 12 o 14 días para Semana Santa son una temeridad. En ese plazo y en primavera, la previsión cambia tres veces.. Pese a ello, vuestro porcentaje de acierto ha subido muchísimo en los últimos años.. Efectivamente, la previsión meteorológica ha dado un giro de 180 grados. Ahora ya casi siempre se acierta. Antes era un sambenito lo de que no acertábamos nunca, pero ya nos lo hemos quitado. Lo que pasa es que, precisamente por eso, cuando fallas se nota más. Ahora llama más la atención el pronóstico que no acierta al 100%… ¿La gente te echa en cara los fallos?. Si entienden, que la previsión del tiempo no es una ciencia pura, no se cabrean, pero no siempre lo entienden. Sobre todo si les pilla en un momento clave como una boda o la comunión de los niños. Si les hemos asegurado que no va a llover, no han puesto la carpa y luego llueve, el cabreo está asegurado. Lo que tienes que dejar claro es que hay incertidumbre. Nunca he asegurado al 100% algo y no ha ocurrido. En realidad, con lo que más se enfada la gente no es con que aciertes o falles sino con que lo que les digas no les guste. Se enfadan porque llueve y ahí yo ya no puedo hacer nada (risas).. Desde la DANA, encadenamos tormentas y alarmas. ¿Qué nos está diciendo la naturaleza?. Que esto va en serio y es para todos. Es un toque de atención para que nos tomemos en serio la probabilidad de que las tormentas van a ser cada vez más fuertes en el Mediterráneo con un clima que se calienta. Las consecuencias del cambio climático en España son principalmente dos: las lluvias torrenciales y las olas de calor van a ser más frecuentes. Ahí la gente dice eso de que aquí siempre ha hecho calor. Sí, pero ahora son más intensas y más largas. Eso es ciencia y son datos. Todo esto que ha pasado desde la DANA es un toque de atención para la ciudadanía y para los responsables y los políticos. Hay que tomarse en serio los avisos y las alertas.. ¿La gestión de la DANA fue el desastre que parece?. Sí. La gestión de la DANA ha sido un desastre a todas luces, obviamente. Las lluvias excedieron las previsiones iniciales, pero esas previsiones iniciales ya eran de suficiente magnitud como para poner en marcha los protocolos muchas horas antes. Con lo que se sabía ya el día anterior, se debería haber reaccionado antes porque las únicas armas que tenemos son, a medio plazo, mejorar nuestras infraestructuras y, a corto, mejorar la capacidad de alerta temprana, que es lo único que puede salvar vidas porque a las lluvias no puedes pararlas. Se vio a los 15 días de la DANA de Valencia, cuando hubo una segunda, más hacia Málaga, en la que todos estos protocolos funcionaron y no ocurrió nada. En 15 días aprendimos, demasiado tarde para las más de 200 víctimas, por desgracia. No puede repetirse un error así.. Y con todo lo que estamos viviendo, ¿cómo valoras el creciente negacionismo climático?. Me da pena, es peligroso y es muy difícil de frenar. Eso es lo peor. Cuando quieres creer en algo, siempre vas a encontrar argumentos para defender hasta lo más absurdo. La ciencia desbarata esos argumentos sobradamente, pero las teorías de la conspiración son muy simples y fáciles de propagar cuando atacan a cuestiones complejas como es el calentamiento global. La ciencia está mirando al futuro, está intentando adivinar lo que viene y los propios científicos hablan de incertidumbre, nunca dan un 100% de seguridad. Por ese leve hueco de duda, se cuelan las teorías conspiratorias con un discurso mucho más simple, que llega más y que niega la totalidad. Me da pena y creo que con un poquito de esfuerzo por parte de todos para atender a los científicos y no dar bola a esos bulos, ganaríamos mucho socialmente.. ¿Es el objetivo del libro, educar a las bases?. En realidad es más fácil que los niños lean este libro porque, igual que son nativos digitales, son nativos ecologistas. Vienen ya concienciados, tienen un respeto al medio ambiente que nosotros, la generación de las ciudades, hemos perdido. Los niños tienen claro que el aire debe ser limpio para respirar, que el agua del río es sagrada, que hay que reciclar… Y no se plantean la otra alternativa, no se plantean tirar un bote al contenedor que no es, te regañan si tú te despistas y lo haces mal. Nosotros tenemos que pensarlo, a ellos directamente les sale. Yo recomendaría que el libro lo leyesen junto con sus padres porque seguramente necesiten más educación los adultos que los niños.
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