Tras muchos años de encerronas y cortapisas por parte de la censura, a principios de 1977 y ya en plena transición a la democracia, Juan Antonio Bardem, cineasta de talla internacional con premios en los mejores festivales en las décadas de los cincuenta y los sesenta, dio una vuelta de tuerca a la típica españolada del landismo con El puente. El protagonista, interpretado, cómo no, por Alfredo Landa, era un mecánico de motos cuyo sueño era ir a Torremolinos para ligar con las suecas. Pero lo que mostraba Bardem en aquella película de carretera era un sueño imposible, un retrato amargo de la España del momento. Como dijo el propio director, se trataba de trasladar las habituales aventuras domingueras en busca de sexo del vecino del quinto, a un trayecto moral (clásico en las road movies), a una toma de conciencia de clase, a la necesidad de un compromiso de participación política. En definitiva, el miembro del rebaño que solo pensaba en mujeres y en fútbol acababa afiliándose a Comisiones Obreras, textualmente, sin simbología. Bardem ya no quería metáforas ni subterfugios: ahora podía decirlo a las claras, aunque fuera con la brocha gorda del activismo político.. Al final, lo que encontraba Landa era una playa vacía y no la tierra prometida y, de paso, Bardem liquidaba social y hasta moralmente el cine desarrollista del landismo. Sin embargo, hete aquí que 50 años después de aquel funeral de la juerga playera y machista, Álvaro Díaz Lorenzo ha querido resucitar el landismo con Vírgenes: las desventuras de tres veinteañeros sevillanos que, hartos de no ligar, de trabajar hasta la extenuación o de que sus novias no les dejen “tocarles las tetas más de tres segundos”, deciden buscar el paraíso de Torremolinos para lo mismo que Landa, para ligar con las guiris y perder de una vez su virginidad. La historia se ambienta en 1968, pero en realidad es una película hecha desde el futuro. Pura ciencia ficción con lenguaje y actitudes entonces impensables (masturbaciones, críticas al Opus Dei y a los hijos en cadena, un personaje con un inglés casi de Oxford), pero con demasiados diálogos extrapolables a aquellos trabajos de directores como Pedro Lazaga y Mariano Ozores.. Aquellas producciones, en cierto modo, tenían un valor: explicaban una parte de nuestro país desde lo grueso, lo rancio y lo entonces contemporáneo. Vírgenes, costumbrismo amable con facilonas críticas desde el futuro, con secuencias y diálogos inverosímiles acerca del feminismo, la homofobia y el anticlericalismo, no tiene valor alguno. Ni siquiera el de la comedia. Un par de diálogos como paradigmas: “Nos espera un fin de semana de machismo…, ejem, de patriotismo”, ante un control de la Guardia Civil. “¿Quieres mojar el churro?”, le dice una camarera a uno de los vírgenes, ante un chocolate con, claro, churros. De la quema de Vírgenes salen vivos los tres actores jóvenes, sobre todo Xavi Caudevilla, y dos actrices simpáticas, pero con una imagen física tan espectacular, tan poco plausible en aquellos años y tan completamente alejada de lo que demandaban sus papeles, que no pocas situaciones resultan risibles por sonrojo y por contraste.. El nuevo trabajo de Díaz Lorenzo, director de la exitosa Señor, dame paciencia (2017), de la infame Los Japón (2019), y de la estimable y esperanzadora La lista de los deseos (2020), no es un análisis social, y aún menos una comedia que te haga sonreír. Ni siquiera la imagen certera de lo que antes no se podía mostrar en pantalla y ahora sí acerca de nuestra triste sociedad del desarrollismo franquista. Vírgenes es una película sobre nuestro pasado, construida desde la atalaya moral del futuro, realizada bajo los códigos estéticos, físicos, éticos y políticos del presente. Una película compuesta con las gafas de 2025 colgadas de las orejas con dos chinchetas, que va de moderna, pero que, en comparación, es más casposa que aquellos coloristas títulos del landismo.. Seguir leyendo
Álvaro Díaz Lorenzo representa las desventuras de tres veinteañeros sevillanos que, hartos de no ligar, deciden buscar el paraíso de Torremolinos
Crítica cine. Crítica. Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia. Álvaro Díaz Lorenzo representa las desventuras de tres veinteañeros sevillanos que, hartos de no ligar, deciden buscar el paraíso de Torremolinos. Tráiler de ‘Vírgenes’. n «}},»video_agency»:false,»alt_image»:»Tráiler de ‘Vírgenes'»},»url»:»https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GWJ2IQVGT5GERM33E3HOPIFSFQ.jpg?auth=d60f47cf83b268b1addad9a1933d4f86f0bb1469085daf08971a415ed4c442f1&width=1200&height=675&smart=true»,»alt»:»Tráiler de ‘Vírgenes'»,»ogWidth»:16,»ogHeight»:9});. 01:25. Tráiler de ‘Vírgenes’. Carlos Scholz, Diego París y César Vicente, en ‘Vírgenes’.. Tras muchos años de encerronas y cortapisas por parte de la censura, a principios de 1977 y ya en plena transición a la democracia, Juan Antonio Bardem, cineasta de talla internacional con premios en los mejores festivales en las décadas de los cincuenta y los sesenta, dio una vuelta de tuerca a la típica españolada del landismocon El puente. El protagonista, interpretado, cómo no, por Alfredo Landa, era un mecánico de motos cuyo sueño era ir a Torremolinos para ligar con las suecas. Pero lo que mostraba Bardem en aquella película de carretera era un sueño imposible, un retrato amargo de la España del momento. Como dijo el propio director, se trataba de trasladar las habituales aventuras domingueras en busca de sexo del vecino del quinto, a un trayecto moral (clásico en las road movies), a una toma de conciencia de clase, a la necesidad de un compromiso de participación política. En definitiva, el miembro del rebaño que solo pensaba en mujeres y en fútbol acababa afiliándose a Comisiones Obreras, textualmente, sin simbología. Bardem ya no quería metáforas ni subterfugios: ahora podía decirlo a las claras, aunque fuera con la brocha gorda del activismo político.. Más información. ‘Señor, dame paciencia’, risas sobre la españolada. Al final, lo que encontraba Landa era una playa vacía y no la tierra prometida y, de paso, Bardem liquidaba social y hasta moralmente el cine desarrollista del landismo. Sin embargo, hete aquí que 50 años después de aquel funeral de la juerga playera y machista, Álvaro Díaz Lorenzo ha querido resucitar el landismo con Vírgenes: las desventuras de tres veinteañeros sevillanos que, hartos de no ligar, de trabajar hasta la extenuación o de que sus novias no les dejen “tocarles las tetas más de tres segundos”, deciden buscar el paraíso de Torremolinos para lo mismo que Landa, para ligar con las guiris y perder de una vez su virginidad. La historia se ambienta en 1968, pero en realidad es una película hecha desde el futuro. Pura ciencia ficción con lenguaje y actitudes entonces impensables (masturbaciones, críticas al Opus Dei y a los hijos en cadena, un personaje con un inglés casi de Oxford), pero con demasiados diálogos extrapolables a aquellos trabajos de directores como Pedro Lazaga y Mariano Ozores.. Una imagen de ‘Vírgenes’.. Aquellas producciones, en cierto modo, tenían un valor: explicaban una parte de nuestro país desde lo grueso, lo rancio y lo entonces contemporáneo. Vírgenes, costumbrismo amable con facilonas críticas desde el futuro, con secuencias y diálogos inverosímiles acerca del feminismo, la homofobia y el anticlericalismo, no tiene valor alguno. Ni siquiera el de la comedia. Un par de diálogos como paradigmas: “Nos espera un fin de semana de machismo…, ejem, de patriotismo”, ante un control de la Guardia Civil. “¿Quieres mojar el churro?”, le dice una camarera a uno de los vírgenes, ante un chocolate con, claro, churros. De la quema de Vírgenes salen vivos los tres actores jóvenes, sobre todo Xavi Caudevilla, y dos actrices simpáticas, pero con una imagen física tan espectacular, tan poco plausible en aquellos años y tan completamente alejada de lo que demandaban sus papeles, que no pocas situaciones resultan risibles por sonrojo y por contraste.. Más información. Lea aquí todas las críticas de cine. El nuevo trabajo de Díaz Lorenzo, director de la exitosa Señor, dame paciencia (2017), de la infame Los Japón (2019), y de la estimable y esperanzadora La lista de los deseos (2020), no es un análisis social, y aún menos una comedia que te haga sonreír. Ni siquiera la imagen certera de lo que antes no se podía mostrar en pantalla y ahora sí acerca de nuestra triste sociedad del desarrollismo franquista. Vírgenes es una película sobre nuestro pasado, construida desde la atalaya moral del futuro, realizada bajo los códigos estéticos, físicos, éticos y políticos del presente. Una película compuesta con las gafas de 2025 colgadas de las orejas con dos chinchetas, que va de moderna, pero que, en comparación, es más casposa que aquellos coloristas títulos del landismo.. Vírgenes. Dirección: Álvaro Díaz Lorenzo.. Intérpretes: César Vicente, Carlos Scholz, Natalia Azahara, Cristina Kovani.. Género: comedia. España, 2025.. Duración: 86 minutos.. Estreno: 20 de junio.. Tu suscripción se está usando en otro dispositivo. ¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?. Añadir usuarioContinuar leyendo aquí. Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.. ¿Por qué estás viendo esto?. Flecha. Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.. Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.. ¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.. En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.. Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.. Sobre la firma. Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de ‘Hoy por hoy’, en la SER y de ‘Historia de nuestro cine’, en La2 de TVE. Autor de ‘De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos’. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.. Normas ›. Mis comentariosNormas. Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos. Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus.. Más información. Archivado En. Cultura. Crítica cine. Javier Ocaña. Torremolinos. Películas. Cine. Si está interesado en licenciar este contenido, pinche aquí. _. Últimas noticias. 05:2005:2005:1505:15. Lo más visto
EL PAÍS