Póngase en situación: un amigo del instituto fallece atropellado por un autobús. Horas antes a usted le han diagnosticado un extraño cáncer en el corazón. En una semana será operado a vida o muerte. Acude al tanatorio de su amigo fallecido y cuando el féretro tiene que ser incinerado, el elevador se rompe y a punto está de salir volando la caja de pino y el muerto. Escenas tan inverosímiles, tan crudas, pero a la vez tan cómicas son las que el espectador va a poder disfrutar a partir de este domingo en Atresplayer con A muerte, la serie de Dani de la Orden donde reírse de la muerte es el chiste porque «reírse de lo que te da miedo y de lo que te aterra va unido a la tragedia». . Seguir leyendo
A muerte no es una comedia al uso, es la comedia en la que se usa todos los tipos de comedia. La serie de Dani de la Orden se estrena este domingo en Atresplayer como «una oda a la rutina, a las vidas anodinas y aburridas de un montón de gente»
Póngase en situación: un amigo del instituto fallece atropellado por un autobús. Horas antes a usted le han diagnosticado un extraño cáncer en el corazón. En una semana será operado a vida o muerte. Acude al tanatorio de su amigo fallecido y cuando el féretro tiene que ser incinerado, el elevador se rompe y a punto está de salir volando la caja de pino y el muerto. Escenas tan inverosímiles, tan crudas, pero a la vez tan cómicas son las que el espectador va a poder disfrutar a partir de este domingo en Atresplayer con A muerte, la serie de Dani de la Orden donde reírse de la muerte es el chiste porque «reírse de lo que te da miedo y de lo que te aterra va unido a la tragedia».. Dani de la Orden sabe muy bien cómo hacer comedia. De hecho, durante la entrevista nos llega a decir, también con humor, que podía escribir un mini tratado sobre este género del que ha demostrado es todo un experto. En A muerte hay un chiste cada 15 segundos. Son chistes fáciles, cómodos, de esos que te sacan una sonrisa, pero también hay algo que para De la Orden siempre fue clave a la hora de hacer esta serie: «Era imprescindible que en cada capítulo hubiera un momento de carcajada absoluta, de descojonarnos». Spoiler: lo cumple con creces. Y no es fácil, pues el tema elegido es el más trágico de todos, el de la muerte, la enfermedad, una operación a vida a muerte… Dramático, pero con mucha capacidad para arrancar esa carcajada.. Verónica Echegui y Joan Amargós son los protagonistas de esta nueva ficción, que ya se estrenó hace unos meses en Apple TV en la primera simbiosis de ambas plataformas, que cuenta con siete episodios de 30 minutos de duración, otra de las claves de la serie. Es como una especie de sitcom clásica a modo Friends o Big Bang Theory, que tanto llenaron a los espectadores en los 90 y en los 2000, y que poco a poco han ido siendo apartadas por series que se acercan más al metraje de una película por capítulo que a otra cosa.. A muerte es rápida de ver, fácil, amable, pese a lo trágico que subyace durante toda la serie. Combina todo lo que una comedia puede tener y en todos los tipos de comedia. «Es una caricatura de nosotros porque para hacer comedia siempre tienes que partir de ahí. No es nada que haya inventado yo. Esto ya lo hace Pantomima Full o lo hacía Friends», cuenta Dani de la Orden.. Dani de la Orden y Verónica Echegui, en un momento del rodaje de A muerte.MARÍA HUERGA. A lo que se refiere es a que la comedia puede partir de tres inicios: «De etiquetar a la gente. Es decir, buscar por qué una persona es ridícula y, por tanto, la comedia es un personaje. El vodevil, en el que la risa está en una bomba que hay esconder como, por ejemplo, el tan recurrente chiste del amante en el armario. Y después puedes hacer comedia de algo con lo que la gente lo pasa mal, como ocurre con la muerte». Pues bien, A muerte tira de todas éstas, «y de más». «Jugamos mucho con la comedia dramática como ocurre con el momento del ataúd porque tratamos temas tan espinosos que los chisten entran fenomenal porque tienen más fuerza».. Póngase de nuevo en situación. Tras comunicarle que padece un cáncer de corazón se lo cuenta a su mejor amigo. Regresa a casa y se encuentra a su amigo rapándose el pelo porque si a usted se le va a caer por la quimioterapia, él no va a ser menos. El problema es que su cáncer no se trata con quimio. Es decir, a usted no se le va a caer el pelo. Lo trágico frente a la carcajada.. Con una clara vocación feel good, A muerte, además, pretende reflexionar sobre la generación de los treinteañeros, pero sin renunciar a tratar temas universales como la transición a la vida adulta, la muerte, la maternidad o las parejas de largo recorrido y sus crisis. Y es que si Raúl, el protagonista interpretado por un colosal Joan Amargó, se enfrenta a la muerte y al carpe diem. Marta, Verónica Echegui, es la eterna adolescente que vive la vida al límite sin importar las consecuencias hasta que se queda embarazada sin desearlo. Dos personajes antagonistas que fue lo primero que tuvo claro Dani de la Orden con A muerte. «Desde el inicio era como el punto diferencial de la serie. Era, ‘hostia, mola porque él tiene una operación y ella se ha quedado embarazada'», nos explica.. Los protagonistas de A muerte en una escena de la serie.ATRESMEDIA. Raúl es todo lo que le falta a Marta (tranquilidad, rutina, aburrimiento…) y Marta… ¿es todo lo que necesita un hombre que se va a someter a una operación a vida o muerte en una semana? Y aquí está el segundo acierto de A muerte, «la oda a la rutina»: «Para mí A muerte es una oda a la rutina y a las vidas anodinas y aburridas. Me gustaba mucho un personaje como Raúl, con una vida muy normal y con cero ambiciones. No es una crítica, es una oda a un personaje que no evoluciona, que tiene una vida gris y que acaba diciendo que le gusta esa vida gris. De hecho, hay un momento que a todos los que quieren que haga todo lo que se cree que hay que hacer en la vida, él les dice «dejadme en paz»».. La realidad es que Dani de la Orden lo que quería es que el espectador viera que se puede «huir del estrés que implica el tener que exprimir la vida al máximo». «Yo quería valorar las grises y anodinas vidas que viven un montón de gente y darles validez. Demostrar que con esa forma de vida esa gente es feliz», añade.. En A muerte, Verónica Echegui es una joven que vive el momento más dulce de su carrera profesional como creativa en una agencia de publicidad. Y, para su desgracia, también en el momento más dulce de su fertilidad: acaba de quedarse embarazada. El único problema es que no sabe si quiere tener un bebé. Por un lado, no le gustan los niños y no quiere renunciar a su vida tal y como la vive. Por otro, cree que quizás es su última oportunidad para formar una familia o «algo parecido».. Es inteligente, irónica, rápida y a menudo parece estar de vuelta de todo. Pero bajo su fachada de chica liberada, libertina y vulnerable, Marta es una mujer fuerte y libre marcada por una situación que ha puesto su vida patas arriba.. En el otro lado, Joan Amargós, Raúl. Trabaja en el departamento de Recursos Humanos en un concesionario. Lleva saliendo más de tres años con Georgina, sin ser consciente de que están en punto muerto. Sus planes sufren un duro revés cuando le diagnostican un angiosarcoma, un cáncer en el corazón, y Georgina rompe con él. Toda la vida de Raúl se desmorona en cuestión de horas… pero ese mismo día también conoce a Marta, por la que siente una atracción inmediata.. A medida que la va conociendo más, Raúl se da cuenta de que es la mujer de su vida, pero ¿es justo ir a muerte con una relación cuando no sabes cuánto te queda de vida? ¿Decirle la verdad y que, como si del último deseo de un moribundo se tratara, ella le conceda el capricho final? ¿O es mejor ocultárselo, aunque eso signifique que Marta no se plantee nada serio?
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