El novelista y guionista publica El hombre, una historia ubicada en Texas en la época de las guerras entre estadounidenses, apaches y mexicanos Leer
El novelista y guionista publica El hombre, una historia ubicada en Texas en la época de las guerras entre estadounidenses, apaches y mexicanos Leer
Hay un hilo que une Fortuna, de Hernán Díaz (Anagrama), con Carnicero, de Joyce Carol Oates (Alfaguara), y con El hombre, de Guillermo Arriaga (Alfaguara): las tres son grandes novelas que retratan el origen del dinero viejo en Estados Unidos a través de personajes iluminados y brutales.. En El hombre, el texto es reconocible para los antiguos lectores de Arriaga y para los espectadores que se filmaron sobre sus guiones: fracturado entre voces y perspectivas, expresionista y épico. Pero el paisaje ya no es Nueva York ni Nueva Inglaterra, como en Fortuna y Carnicero, sino Texas, en la época de las guerras entre apaches, mexicanos y estadounidenses.. Yo pienso en Guillermo Arriaga y la idea que me viene es la del escritor hiperrealista de historias urbanas. Pero aquí no hay callejones oscuros, sino horizontes lejanos y mucho campo.. En realidad yo he sido siempre bien ermitaño. De chico sí que era callejero, me sabía todo el transporte público y mi visión de la ciudad está hecha a base de viajes en metro y en autobuses públicos. Llevo rato sin ser tan callejero, pero todavía me veo así… Bueno, yo lo que quiero que digan de mí es que soy un escritor que tiene calle y que tiene monte. Mi colega Álvaro Enrigue escribió la historia de los apaches en México antes que nadie. O, por lo menos, fue de los primeros. Hizo una investigación desde niño e hizo un gran libro. Yo he ido desde niño, he crecido en el territorio apache. Me han contado sus historias. No hay investigación en mi libro, está mi vida. Sé lo que es perseguir un venado, ver sus huellas y leerlas, saber si el venado es joven o viejo, si es hembra o macho.. ¿Qué tipo de tierra es?. Es desierto, pero donde hay agua, es muy fértil. Hay nogales, nueces, encinos, y el agua es color Caribe. Es increíble, transparente, azul. Es precioso. Y buscas en la tierra y aparecen puntas de flechas.. ¿Y los apaches? ¿Tienen una actitud de desconfianza hacia el mundo?. Ya no hay. Bueno, hay una comunidad de 100 persona, desplazada al sur. Los exterminaron.. El libro, en el fondo, plantea la sospecha de que no hay éxito sin culpa.. Más que el éxito es la fortuna la que invita a esa pregunta. La pregunta siempre es cuál es el origen de la fortuna. ¿Hay sangre en su origen? Hay fortunas que no la tienen, lo sé, pero en EEUU, donde hay una obsesión por el dinero viejo… ¿Cuántas de esas fortunas no están hechas de despojos, saqueos, esclavismo…? No creo que Amancio Ortega haya basado su fortuna en el despojo y el asesinato.. Es que ese tema está en la literatura americana. En la europea podría estar, pero es más raro.. Porque América es un territorio nuevo. Entiéndame, es nuevo para los europeos trasplantados. EEUU y México son países que tienen 10, 20 años de antigüedad en la época de esta novela. La brutalidad formó parte de la construcción de los nuevos países. Había que hacerlo todo. En la independencia chocaron magmas volcánicos, fuerzas muy rudas. Y el siglo XIX fue muy cruel.. «La brutalidad formó parte de la construcción de los nuevos países de América. El siglo XIX fue muy cruel». ¿Qué dice esta novela más o menos histórica sobre el mundo en 2025?. Este libro habla de los pecados fundacionales de EEUU y, en parte, de los de México: la esclavitud, el genocidio de los nativos americanos y el despojo del territorio mexicano. Son tres pecados fundacionales que siguen pesando. La población negra no encuentra su lugar, siguen acusando la falta de oportunidades. México sigue enviando gente al norte. Y los nativos son una herida supurante. Arrasaron con ellos. México también arrasó con ellos. Bueno, con los nativos que tenían una cultura sofisticada, los mexicas y los tlaxcaltecas, tuvieron respeto. A los que no tenían poetas ni astrónomos ni hacían ciudades sobre las lagunas los extinguieron.. ¿Cuál sería la respuesta razonable a estas culpas?. La respuesta que vemos es defensiva. Me encierro en mi grupo social, raza, nacionalidad, religión y el de fuera es mi enemigo. Cuando no encuentras oportunidades en la vida empiezas a culpar a otros. En los países del primer mundo, las clases bajas blancas culpan al diferente de sus fracasos, no al sistema.. En México, el despojo de Texas…. De Texas, no. De Nuevo México, Colorado California, Arizona, Nevada, Utah, Arkansas… 2,7 millones de kilómetros cuadrados. Un territorio tan grande como Argentina.. «En los países del primer mundo, las clases bajas blancas culpan al diferente de sus fracasos, no al sistema». A lo que iba es a saber si es un tema muy presente en la identidad nacional.. Sí. Es un agravio muy serio que no digerimos. Y para México hay una lectura moral, un sentimiento de injusticia. Los que nos despojaron fueron los colonos a los que México invitó a esos territorios para derrotar a los nativos. Se voltearon contra México y México considera que aquello fue una traición; los colonos dijeron que los mexicanos habían abandonado. Es verdad que México estaba roto en sus guerras intestinas.. ¿Sin ese despojo, la historia de pobreza en México hubiese sido diferente?. No lo creo. Creo que la corrupción mexicana es un mal endémico. Puede que venga del español que juntaba su fortuna y se iba. El político mexicano saca su jugo, se sus lleva millones de dólares y si no lo hace, sus amigos le dicen: «Desperdiciaste la herencia». No sé si esos territorios, con su petróleo, nos hubiera hecho un país más rico.. ¿Es una cultura menos cruel?. Con los esclavos, sí. La independencia abolió la esclavitud. Pero a los apaches los exterminamos con la misma alegría que los americanos.. ¿Cuánto lleva México con gobiernos de izquierdas? ¿Casi una década?. Para ocho años vamos. En el Gobierno de Ciudad de México llevamos 30 años. Ha habido altos y bajos pero creo que la ciudad ha sido bien gobernada. Marcelo Ebrard trabajó muy bien, Claudia Sheinbaum, también… ¿Si estoy contento con el sexenio pasado en el Gobierno federal? No del todo. Hubo cosas loables, como el incremento del salario mínimo… Y hubo errores graves que espero que Claudia Sheinbaum revierta.. «La corrupción mexicana es un mal endémico. Puede que venga del español que juntaba su fortuna y se iba». ¿Cuál era la dificultad de esta novela?. Fue una novela con mucho macramé, fue un tejido complicado. La novela necesitaba muchas voces pero sabía que las novelas polifónicas tienen un riesgo: que todas las voces suenen iguales y que no aporten nada. Cada voz debe distinguirse, cada voz debe aportar algo. Fíjese que cada personaje tiene un vocabulario, una voz, un ritmo y una sintaxis diferentes. Eso implica muchas dificultades.. ¿En qué se parece El hombre a sus libros anteriores? ¿En qué los amplía y en qué los refuta?. Amplía el riesgo. Quiero que cada novela sea más arriesgada, pero también tengo el miedo de romper el hilo. Que la editorial me diga: «Muy bonito el riesgo», pero que busque a otros para el próximo libro. Que el lector me diga: «No entendí nada». Nada está garantizado en este trabajo. Conocí a escritores con muchos lectores que ahora se autopublican. La posibilidad de que eso me pase existe. Pero una carrera sin riesgos no me parece que tenga sentido. Y refutar… No quisiera refutar nada de lo escrito. Quisiera abrir avenidas nuevas que tengan vasos comunicantes con los libros anteriores. Los escritores tenemos huellas digitales.. ¿Cuáles son las suyas?. Los personajes que están en el extremo, que van al borde del abismo, que coquetean con la posibilidad de arrojarse. Son paradójicos y contradictorios. Lloyd es despiadado, es cruel y brutal. Pero lo quiere la gente. Su ex mujer lo cuida cuando va a morir, los esclavos dan la vida por él, los hijos lo ven como a un gran padre. Nada me parece más triste que un padre que falte o un padre maltratador. Lloyd es un personaje con una misión, crear un imperio. Me llaman mucho esos personajes más grandes que la vida. Me gustan.. «Nada está garantizado en este trabajo. He conocido a escritores con muchos lectores que ahora se autopublican». ¿Qué tal le ha ido con ellos?. Mi padre era uno de ellos. Compró una pequeña huerta al lado de la casa donde nació Sor Juana Inés de la Cruz. Había un pequeñísimo museo. ¿Se creerá que fue mi padre a convencer al Gobierno de que hicieran un inmenso centro cultural? Luego decidió que ese centro cultural tenía que tener una locomotora. Llevar la locomotora fue como Fitzcarraldo. Cuando murió, vinieron como 8.000 personas al homenaje. Era una fuerza de la naturaleza.. ¿Y cómo le fue con él?. Fue el mejor padre del mundo. Lo fueron los dos. Presentes, generosos… En eso no se parece nada a Lloyd.
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