Supervivientes es ante todo y por encima de todo un reality que pone a prueba y lleva al límite a los concursantes. Se les putea hasta límites insospechados y ahí está su gracia y lo que engancha a los espectadores, más allá de tramas, broncas o traiciones. Verles cómo se van deteriorando, cómo sufren en las pruebas, cómo sacan fuerzas de donde nos las tienen y cómo superan es lo que hace que sea el reality más visto de la televisión. Sin embargo, hay veces, muchas, aunque no lo parezca, que el espectador sufre con ellos. Anoche, fue una de esas.. Seguir leyendo
Laura Madrueño tiene una virtud que la ha convertido en imprescindible en Supervivientes: su corazón con los concursantes. Siempre les abraza, se preocupa por ellos, intenta ser su guía y apoyo al menos durante las cuatro horas de cada programa. Sin embargo, anoche, Laura Madrueño mostró un lado cuanto menos sorprendente
Supervivientes es ante todo y por encima de todo un reality que pone a prueba y lleva al límite a los concursantes. Se les putea hasta límites insospechados y ahí está su gracia y lo que engancha a los espectadores, más allá de tramas, broncas o traiciones. Verles cómo se van deteriorando, cómo sufren en las pruebas, cómo sacan fuerzas de donde nos las tienen y cómo superan es lo que hace que sea el reality más visto de la televisión. Sin embargo, hay veces, muchas, aunque no lo parezca, que el espectador sufre con ellos. Anoche, fue una de esas.. Cayos Cochinos está viviendo, de nuevo, un fuerte temporal. El martes, la organización de Supervivientes ya tuvo que abrir la palapa ante la imposibilidad de realizar Supervivientes: Tierra de Nadie en el exterior por las fuertes tormentas. Anoche, aunque parecía que el tiempo había mejorado un poco, fue una tregua que duró poco. Consiguieron poder realizar la prueba para elegir playa sin que la lluvia se la destrozase y pese al fuerte oleaje que se lo puso más que complicado a los supervivientes. Pero lo peor no era la lluvia, el viento o el estado de la mar, el gran problema era el frío que hacía anoche en Honduras y que los supervivientes visibilizaron en más de una ocasión.. Cuando terminaron la prueba sólo hacía falta ver a Anita Williams para hacerse una idea del frío que hacía. Empapadas, Gala y Anita tiritaban y pedían a la organización que se dieran prisa para poder entrar en la palapa cuanto antes. Tanto era el frío del exterior que se pudo ver a Anita corriendo al agua para poder calentarse, pues se debía estar más caliente que fuera.. Supervivientes siempre intenta que las galas y los programas se desbarajusten lo menos posible, pues es lo que hace Supervivientes. Además, con tanto contenido cualquier pequeña modificación en la escaleta supone que todo se vaya al garete. No es la primera vez que Supervivientes ha terminado antes de tiempo y saltándose alguna parte del programa por haberse ido la escaleta. Anoche, esto no ocurrió, pero sí que en el afán por ofrecer al espectador lo que el espectador reclama, Supervivientes quiso seguir el programa como si la meteorología no fuese un problema. Había ceremonia de salvación y, aunque se podría haber hecho dentro de la palapa, Supervivientes no quería perder el espectáculo de subir a la plataforma a los nominados y tirar al agua a los dos que no iban a ser salvados.. Tras conocerse que el equipo de Playa Furia por fin, tras 35 días, conseguía cambiar de playa y ser los nuevos habitantes de Playa Calma, y tras vivir un momento surrealista con Montoya, el cual tiene una obsesión con el pelo y el olor de Laura Madrueño, llegaba el momento de la ceremonia de salvación. Hagamos un parón en el camino para rememorar el momento de Montoya acercándose sigilosamente a Laura Madrueño en pleno directo para olerla el pelo. La reacción de Laura Madrueño fue, diría, que hasta educada teniendo en cuenta que si esto nos ocurre a alguna en la calle el sopapo que se hubiera llevado Montoya hubiera sido de campeonato. No, porque le oliera el pelo, que pobrecito mío, sino por el susto que pegó a la presentadora mientras estaba hablando con Jorge Javier Vázquez.. Montoya le huele el pelo a Laura Madrueño en Supervivientes.MEDIASET. Por norma general esto es lo habitual en Laura Madrueño. Una de las cosas que han hecho imprescindible en Supervivientes a la presentadora es, precisamente, su empatía con los concursantes y su capacidad para darles un poco de cariño, que muchas veces necesitan casi tanto como comer. Laura Madrueño les abraza, les anima, les escucha, les apoya, pero anoche la situación meteorológica creo que provocó que Laura Madrueño dejase de ser la Laura del amor y el cariño y diera paso a una Laura casi cruel.. A ver, no debe ser nada fácil plantarte en medio del mar, con una lluvia torrencial, un frío de narices y parecer que eres la mujer más feliz del planeta Tierra. También es verdad que si la ceremonia de salvación se hubiese hecho dentro de la palapa, Supervivientes hubiera ahorrado el mal trago a Laura Madrueño y a los nominados.. Cuando Supervivientes volvió de la publicidad, Laura Madrueño y los tres nominados ya estaban sobre la plataforma. Anita temblaba y se agarraba los brazos intentándose dar calor a sí misma, mientras que Koldo Royo atendía a Gala que se encontraba sobre la plataforma en cuclillas, llorando y pidiendo por favor que la dejasen bajarse, pues no se podía sostener en pie.. «No puedo», clamaba la modelo, que lleva varias semanas pidiendo ser la expulsada al no poder más con Supervivientes -anoche lo logró-. «Vamos a saber quién se salva ahora mismo. La situación es crítica», subrayaba Laura Madrueño describiendo la situación de Anita y de Gala.. «No puedo. Es que me tiemblan mucho las piernas», se escuchaba decir angustiada a Gala, mientras intentaba colocarse sobre la superficie. Anita, con una tiritona de padre y muy señor mío, le pedía, por favor que se dejase de quejar para que Laura Madrueño pudiera realizar lo más rápido posible la ceremonia de salvación. La presentadora cubierta con un chubasquero y un paraguas se impacientaba, pues tampoco quería estar ahí. El momento no estaba siendo agradable para ninguno.. «Hace frío, Gala. Hace muy malo. Cuanto antes empecemos, antes acabamos», le señaló la presentadora en un tono poco habitual en ella y que claramente respondía a que estaba hasta las narices de estar ahí aguantando la lluvia, el frío y viendo a los concursantes sufrir de esa manera de una forma completamente innecesaria. De hecho, hay que recordar que el año pasado durante la edición de Supervivientes All Stars, las inclemencias meteorológicas y el aguante durante todo un programa con frío y lluvia enfermaron a Laura Madrueño. Así que, poca gracia le debía estar haciendo a la presentadora permanecer ahí.. «¡Que no puedo! ¡Me tiemblan las piernas! Estoy perdiendo el equilibrio, no puedo», volvía a suplicar Gala, a pesar de seguir intentando, sin éxito, permanecer de pie para que Laura Madrueño cortase la primera cuerda y diera el nombre del primer concursante que continuaba nominado. «Gala, ¿te puedes poner en posición?», le pidió con dureza la presentadora sin acercarse a ella, pese a las lágrimas de la concursante.. Laura Madrueño preguntaba entonces a la organización que hacían con Gala ya que no se podía poner en posición para llevar a cabo la ceremonia. Sentada en el suelo, Laura Madrueño se arrimaba y le decía con rotundidad, «Gala sigues nominada, ya puedes tirarte al mar». Gala se lanzaba al agua y con rapidez, pero tampoco demasiada, Laura Madrueño cortaba la cuerda de Koldo Royo, siendo la salvada Anita.. Este gesto de Laura Madrueño no es el habitual. De hecho, fue algo tan excepcional que causó revuelo entre los espectadores que no entendían por qué Laura Madrueño, con lo empática y cariñosa que es, había mostrado tant frialdad con Gala. Pues si empatizamos nosotros con Laura Madrueño, la respuesta es clara: la que anoche necesitaba cariño y comprensión era la presentadora. Pues si a los concursantes no les hizo ni puñetera gracia llevar a cabo un programa como si la tempestad no les estuviera comiendo, imaginad a Laura Madrueño.. Fíjate cómo estaría siendo la noche en Cayos Cochinos que sin que Laura Madrueño dijera nada, fue Jorge Javier Vázquez el que se percató de que no estaba siendo una gala fácil para su compañera. Arrancó SupervivientesJorge Javier Vázquez halagando y alabando a Laura Madrueño: «Ahora vamos a saludar a la diosa del Mar Azul, la ‘Yemayá de Chamberí’, Laura Madrueño». Laura Madrueño sonreía y le aseguraba que era la diosa de la tormenta. «Laura, aunque esté nublado, no hay nube que te tape», continuó el presentador emocionando a la presentadora. No fue una noche fácil y se hizo (hicieron) más difícil.
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